Nueva York, 7 sep.- Los aficionados que esperaban ingresar a la final del Abierto de Estados Unidos entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner abuchearon y corearon “¡Déjennos entrar! ¡Déjennos entrar!” debido a un retraso provocado por medidas de seguridad adicionales, implementadas por la presencia del presidente estadounidense Donald Trump en una suite del estadio Arthur Ashe.

El inicio del partido se retrasó media hora respecto a la hora programada de las 2:00 p.m., mientras miles de espectadores aún permanecían lejos de las entradas al recinto. Algunos asistentes indicaron que no fueron informados de la larga espera tras llegar al Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, y que incluso después de pasar los controles de seguridad, hubo otra revisión frente a los escalones del estadio.

El Servicio Secreto emitió un comunicado reconociendo que la seguridad reforzada por la visita del mandatario “pudo haber contribuido a los retrasos para los asistentes” y agradeció la paciencia de los aficionados.

Un cartel en la pantalla de video del estadio señalaba que el partido comenzaría a las 2:30 p.m. debido a las “medidas de seguridad implementadas”, aunque muchos espectadores aseguraron que fue la primera vez que se enteraron. Diana Díaz, quien viajó desde Florida para asistir al torneo, comentó: “Esto no es un retraso. Esto es otra cosa”, mientras permanecía en la fila junto a su prometido.

El portavoz de la USTA, Brendan McIntyre, explicó que se enviaron notificaciones por correo electrónico y a la aplicación oficial del torneo, pero miles de personas aún estaban atrapadas en una fila que se extendía hasta las canchas de práctica cuando el partido comenzó. Para mitigar la espera, se proyectó el partido en pantallas gigantes frente a la entrada, mostrando además estadísticas del encuentro.

Trump se convirtió en el primer presidente en funciones en asistir al US Open desde Bill Clinton en 2000. Asistió como invitado de Rolex, a pesar de las tensiones comerciales derivadas de los aranceles impuestos por Estados Unidos al fabricante suizo.

Los organizadores del torneo indicaron que tomarán medidas para minimizar interrupciones fuera de la cancha y garantizar que los abucheos del público no se transmitan en la cobertura televisiva del evento.

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