OTTAWA, 3 septiembre.- El líder conservador Pierre Poilievre lanzó este miércoles un fuerte llamado al gobierno liberal para que elimine el programa de trabajadores extranjeros temporales (TFW, por sus siglas en inglés), al que responsabiliza de haber provocado una “crisis de empleo” entre los jóvenes canadienses. Según Poilievre, el programa no solo desplaza a los trabajadores locales, sino que además fomenta la explotación laboral de extranjeros de países pobres.
“Los liberales tienen que responder por qué están dejando a nuestros jóvenes sin trabajo y reemplazándolos con trabajadores extranjeros temporales de países pobres y con bajos salarios que, en última instancia, están siendo explotados”, afirmó el líder conservador durante una rueda de prensa en Mississauga, Ontario.
Poilievre acusó directamente a grandes corporaciones, señalando a cadenas de comida rápida como Tim Hortons y Booster Juice por recurrir al programa en lugar de contratar a trabajadores locales. En el caso de Booster Juice, citó una oferta laboral que supuestamente solicitaba de manera explícita personal extranjero. “Queremos que los trabajadores canadienses tengan empleos canadienses. Queremos recuperar los salarios altos”, subrayó.
El líder opositor aseguró que los conservadores exhibirán públicamente “los casos más atroces de élites corporativas que se benefician dejando a los canadienses sin trabajo en favor de trabajadores extranjeros temporales con bajos salarios”.
Además de sus críticas al programa TFW, Poilievre atacó al primer ministro Mark Carney, acusándolo de no cumplir con sus compromisos en materia de infraestructura. “Carney prometió grandes proyectos, pero en lugar de construir, ha estado organizando reuniones”, ironizó el conservador. También advirtió que el presupuesto que el gobierno presentará el próximo mes traerá un déficit aún mayor que el de su predecesor, Justin Trudeau.
La propuesta de Poilievre, que conecta directamente con las preocupaciones de miles de jóvenes y sectores sindicales sobre la competencia laboral, abre un nuevo frente de debate sobre el futuro de la política migratoria en Canadá y el papel de las corporaciones en el mercado laboral.