Montreal, 10 junio – El gobierno de Quebec, liderado por la Coalición Avenir Québec (CAQ), anunció que concentrará sus esfuerzos en reducir la cantidad de residentes no permanentes en las regiones de Montreal y Laval, advirtiendo incluso sobre la posibilidad de recortar servicios públicos a ese segmento de población si el gobierno federal no disminuye drásticamente sus metas migratorias.
El ministro de Inmigración de Quebec, Jean-François Roberge, presentó el jueves un informe que contempla tres escenarios distintos para reducir los niveles de inmigración permanente entre 2026 y 2029, bajando de la meta actual de 66.500 residentes permanentes a 45.000, 35.000 o incluso 25.000.
“Si nos vemos obligados a tomar decisiones difíciles, las tomaremos”, afirmó Roberge. “Aún no estamos en ese punto, y no queremos llegar a él”.
El funcionario explicó que solo en el último año la provincia destinó 500 millones de dólares para apoyar a los solicitantes de asilo, lo cual —aseguró— afecta la disponibilidad de servicios para los quebequenses, como el acceso a médicos de familia y vivienda.
Foco en Montreal y Laval
Roberge adelantó que la provincia intentará redirigir a los recién llegados hacia zonas regionales, con el objetivo de reforzar la presencia del francés y reducir la presión sobre los grandes centros urbanos. También señaló que se dará prioridad a los residentes no permanentes actuales para que obtengan la residencia permanente.
Entre las medidas contempladas en el informe:
Categoría | Nivel actual | Nivel proyectado para 2029 |
---|---|---|
Residentes permanentes | 66.500 | 25.000 – 45.000 |
Trabajadores extranjeros temporales (PTET) | 72.000 | 65.000 |
Estudiantes internacionales | 128.000 | 110.000 |
Cabe señalar que el Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales (PTET) se encuentra suspendido hasta el 30 de noviembre, lo que podría impactar directamente en sectores que dependen de esta fuerza laboral.
Reacciones: desacuerdo con empresarios y expertos
Las propuestas del gobierno de CAQ generaron inmediata oposición en el sector empresarial, que advirtió que reducir la inmigración —permanente o temporal— afectará la competitividad económica de la provincia.
Véronique Proulx, presidenta de la Federación de Cámaras de Comercio de Quebec, calificó de «sorprendentes y decepcionantes» las medidas anunciadas:
“Existe una verdadera desconexión entre lo que propone el gobierno y lo que piden las empresas de Montreal, Laval y otras regiones: más inmigración, no menos”.
El Instituto de Quebec, por su parte, publicó un informe que propone aumentar el número de nuevos residentes permanentes hasta 90.000, para disminuir la dependencia de los residentes temporales y fortalecer el tejido económico y social a largo plazo.
Preocupación desde la sociedad civil
Arcelle Appolon, directora ejecutiva de la organización comunitaria Maison d’Haïti en Montreal, afirmó que los objetivos de inmigración del gobierno “no son realistas”, ya que los umbrales no se han respetado en los últimos dos años. También alertó sobre la diferencia entre el discurso oficial y la experiencia vivida por los inmigrantes:
“La narrativa del gobierno no refleja lo que escuchamos de las personas recién llegadas. Esperamos que reevalúen sus cifras y escuchen a los expertos”.
Consulta pública en agosto
El gobierno quebequense abrirá consultas públicas en agosto para debatir su plan migratorio 2026-2029. Sin embargo, las tensiones ya son evidentes entre el Ejecutivo, los sectores económicos y las organizaciones civiles.
En una declaración previa, el primer ministro François Legault calificó como “un poco suicida” aceptar más de 50.000 inmigrantes por año, reforzando la visión restrictiva que ahora se refleja en los planes oficiales del gobierno de CAQ.
El futuro de la inmigración en Quebec se perfila como un tema central del debate político, con efectos que podrían impactar directamente en la demografía, el mercado laboral y la cohesión social de la provincia.