Londres, 1 OCT.- El cantante británico Robbie Williams sorprendió a sus seguidores al revelar que vive con una forma de síndrome de Tourette, una condición neurológica que afecta a millones de personas en todo el mundo. La noticia se dio a conocer durante su participación en el pódcast I’m ADHD! No You’re Not, presentado por el comediante Paul Whitehouse y la especialista en neurociencia Mine Conkbayir.

Williams, de 51 años, explicó que su diagnóstico es reciente y que esto ayuda a entender muchas de sus ansiedades: “He caído en la cuenta de que tengo Tourette, pero no se manifiesta. Estaba caminando por la calle el otro día y me di cuenta de que esos pensamientos intrusivos son ‘Tourette’s interno’. Simplemente no salen”, confesó.

El artista señaló que con los años desarrolló una gran habilidad para enmascarar su ansiedad y la sensación de agobio cuando está en el escenario. “Soy un atleta olímpico en enmascarar. Puedo parecer arrogante, presumido y hacer gestos grandilocuentes, lo cual ha funcionado porque mi cara termina en los pósters y la gente sigue comprando entradas. Pero por dentro siento lo opuesto la mayor parte del tiempo”, reconoció.

Williams también habló sobre traumas relacionados con su paso por la boyband Take That, sus adicciones y la fama como solista, así como su diagnóstico previo de TDAH. “Podrías pensar que un estadio lleno de personas profesando su amor por ti funcionaría, pero lo que ocurre dentro de mí no puede escucharlo”, afirmó.

Según el NHS británico y la Tourette Association of America, el síndrome de Tourette se caracteriza por movimientos y sonidos involuntarios llamados tics, que pueden ser motores (parpadeo repetitivo, encogimiento de hombros, giros de cabeza) o vocales (gruñidos, carraspeo, chasquidos de lengua o repetición de palabras). Aunque popularmente se asocia con insultos o palabras ofensivas, la coprolalia afecta solo al 10-15 % de los pacientes.

El caso de Williams se suma al de otras figuras públicas que han hablado abiertamente sobre la condición. El cantautor escocés Lewis Capaldi relató cómo sus tics, leves en la infancia, se intensificaron en la adultez, mientras que la cantante Billie Eilish, diagnosticada a los 11 años, describió sus tics como movimientos de orejas, cejas y mandíbula, y el exarquero del Manchester United Tim Howard encontró en el fútbol un espacio para desarrollarse plenamente. El actor y comediante Seth Rogen también ha compartido su experiencia con el Tourette.

Actualmente no existe cura para esta condición, pero los tratamientos médicos y psicológicos permiten reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Activistas como Aidy Smith advierten sobre la importancia de no estigmatizar ni burlarse de quienes viven con Tourette, destacando la necesidad de comprensión y apoyo social.

Publicidad