Santiago, 12 sep.- El gobierno de Chile intentó este viernes reducir la tensión provocada por las declaraciones de la diputada de centroderecha María Luisa Cordero, quien afirmó que los bolivianos “nacieron en el altiplano… por lo tanto, tienen disminución del oxígeno cerebral”, comentarios que fueron calificados de racistas y xenófobos por el presidente de Bolivia, Luis Arce.

El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, fue enfático al señalar que las expresiones de la parlamentaria no representan la posición oficial del Estado chileno y que no deben afectar las relaciones bilaterales. “La opinión que emite una parlamentaria no puede comprometer la voz del país ni menos representar un cuestionamiento respecto a la necesaria integración que debe existir entre Chile y sus países vecinos, particularmente Bolivia”, dijo a periodistas.

Exigencia de disculpas de Bolivia

Tras conocer los dichos de Cordero, el presidente Arce exigió disculpas públicas y sostuvo que los comentarios “reflejan prejuicios históricos que solo dañan la posibilidad de una integración respetuosa”. En La Paz, tanto autoridades como colectivos sociales criticaron duramente a la diputada chilena, a quien acusan de fomentar estereotipos discriminatorios contra la población boliviana.

La polémica coincidió con un delicado contexto diplomático, marcado por el frío vínculo bilateral. Bolivia y Chile no mantienen relaciones a nivel de embajadores desde 1978 debido a la demanda boliviana de acceso soberano al mar, una causa que fue cerrada jurídicamente en 2018, cuando la Corte Internacional de Justicia de La Haya determinó que Santiago no tiene obligación de negociar una salida marítima.

Debate interno en Chile

Las palabras de Cordero también han generado un debate dentro de la política chilena. Varios parlamentarios de oposición han defendido la libertad de expresión de la legisladora, aunque se han desmarcado del contenido de sus afirmaciones. Desde el oficialismo, en cambio, se multiplicaron las críticas. Legisladores del Partido Socialista y del Frente Amplio señalaron que expresiones de esa naturaleza afectan la imagen internacional del país y “no se condicen con los valores democráticos de respeto e igualdad que Chile promueve”.

Organizaciones de derechos humanos y comunidades de migrantes bolivianos en Chile expresaron su malestar y pidieron sanciones políticas contra la diputada. La Asociación de Residentes Bolivianos en Santiago emitió un comunicado en el que exige una disculpa formal y recordó que “cientos de miles de bolivianos contribuyen al desarrollo económico y social de Chile”.

Contexto de la controversia

Las declaraciones de Cordero ocurrieron durante un debate legislativo sobre la propuesta del candidato presidencial boliviano Rodrigo Paz, quien planteó la legalización de vehículos indocumentados en Bolivia. El propio ministro Elizalde había advertido días atrás que la mayoría de esos automóviles provienen de Chile y que su regularización agravaría el contrabando transfronterizo, un problema histórico en la frontera norte.

Llamado a la prudencia diplomática

Elizalde insistió en que el gobierno no avala descalificaciones y que los canales de diálogo con Bolivia deben mantenerse abiertos. “El diálogo diplomático se debe realizar por canales regulares, pero también hacemos un llamado a tener un lenguaje de respeto recíproco. No corresponde que se genere especulación diplomática a partir de opiniones individuales que no representan la posición del Estado”, subrayó.

En paralelo, analistas internacionales consideran que la controversia podría ser utilizada por sectores políticos de ambos países para reforzar narrativas nacionalistas, en un momento en que la región enfrenta crecientes desafíos de migración irregular, seguridad fronteriza y comercio informal.

El episodio ha puesto de relieve la fragilidad de la relación chileno-boliviana y la facilidad con la que una declaración aislada puede escalar en un problema diplomático de mayor alcance.

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