Brasilia, 7 sep.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, presidió este domingo el desfile cívico-militar por el Día de la Independencia de Brasil, centrado en la defensa de la soberanía nacional, en medio de la crisis con Estados Unidos por las sanciones impuestas al país sudamericano.

Ataviado con la banda presidencial, Lula pasó revista a las tropas y se dirigió al palco de autoridades, acompañado por ministros de su Gobierno, líderes del Congreso, mandos militares y representantes del Poder Judicial. El Ejecutivo brasileño eligió como lema de las conmemoraciones 2025 mensajes patrióticos como “Brasil soberano” y “Brasil de los brasileños”, decorados con los colores de la bandera nacional.

Contexto de tensión con EE.UU. y juicio a Bolsonaro
El desfile se celebró en un contexto de fuertes tensiones con el Gobierno estadounidense de Donald Trump, que presiona a Brasil para que la Corte Suprema ponga fin al juicio contra el exmandatario Jair Bolsonaro, aliado de Trump, por intento de golpe de Estado.

La fase final del juicio comenzó el martes pasado y concluirá la próxima semana con la deliberación de los cinco jueces de la Primera Sala del Supremo. Bolsonaro enfrenta una posible pena de hasta 40 años de prisión por supuestamente liderar un complot golpista tras perder las elecciones de 2022 frente a Lula. En respuesta, Trump ha sancionado a magistrados del alto tribunal y decretado aranceles del 50 % sobre buena parte de las importaciones brasileñas.

Lula defiende la independencia de Brasil
En un pronunciamiento el sábado, Lula afirmó que Brasil “no será colonia de nadie” y que no acepta órdenes externas, haciendo alusión directa a la ofensiva de Trump. Subrayó que la Constitución brasileña establece la independencia de los tres poderes, por lo que el presidente no puede interferir en las decisiones de la Justicia.

Desfile también promueve la agenda social y ambiental
Además de resaltar la soberanía, el desfile incluyó referencias a la próxima Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, que se celebrará en noviembre en Belém, en la Amazonía, y mostró las obras de infraestructura y los programas sociales impulsados por el Gobierno de Lula, que entrará en 2026 en su último año de mandato.

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