Caracas, 19 agosto.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este lunes el despliegue de 4,5 millones de milicianos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en todo el territorio nacional, como parte de un plan de defensa y control interno, luego de que Estados Unidos elevara a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a su captura.
“Esta semana voy a activar un plan especial para garantizar la cobertura con más de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio nacional”, expresó el mandatario durante una transmisión televisada, en la que presentó la medida como un “plan de paz”. Según Maduro, la iniciativa busca asegurar la presencia de la milicia nacional bolivariana en cada rincón del país y fortalecer el esquema de defensa territorial.
El gobernante insistió en que los milicianos deben estar “preparados, activados y armados”, sin detallar en qué zonas del país será priorizado el despliegue. El anuncio se produce en un contexto de creciente tensión con Washington, que acusa a Maduro de liderar una red de narcotráfico y terrorismo internacional vinculada al llamado Cártel de los Soles.
Escalada de presión por parte de Estados Unidos
El refuerzo militar venezolano llega días después de que medios estadounidenses, como CNN, revelaran que Estados Unidos movilizó 4.000 efectivos, en su mayoría infantes de Marina, hacia aguas del Caribe y Latinoamérica para combatir el narcotráfico. La operación incluye buques de guerra, aeronaves de vigilancia y sistemas lanzamisiles que, según analistas, representan un claro mensaje de presión contra el régimen chavista.
La ofensiva diplomática y judicial de Washington contra Maduro se intensificó la semana pasada, cuando la fiscal general Pam Bondi confirmó la confiscación de 700 millones de dólares en activos presuntamente vinculados al mandatario venezolano. Estas acciones se suman a la estrategia iniciada durante la presidencia de Donald Trump, que formalizó acusaciones por narcotráfico contra altos funcionarios del chavismo.
Reacciones en la región
La tensión generada por la presencia militar de Estados Unidos en el Caribe encendió alarmas en varios países latinoamericanos. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró este martes su rechazo a cualquier intervención extranjera en Venezuela. “No al intervencionismo. Eso no solamente es convicción, sino que está en la Constitución mexicana”, afirmó durante su conferencia de prensa matutina.
Con este movimiento, Maduro busca mostrar músculo interno frente a la presión internacional, mientras la comunidad internacional se divide entre quienes respaldan sanciones y quienes abogan por una salida negociada a la crisis venezolana.