Anchorage, Alaska, 15 Agosto.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se encuentran este viernes en la base militar Elmendorf-Richardson para intentar trazar el rumbo hacia un acuerdo de paz que ponga fin a la guerra entre Rusia y Ucrania.
La Cumbre de Alaska busca sentar las bases para un eventual encuentro tripartito con el presidente ucraniano Volodímir Zelensky, siempre que las negociaciones bilaterales de hoy avancen de forma positiva. Trump aseguró que sabrá “en los primeros minutos” si la reunión será fructífera, y advirtió que si no hay avances, no dudará en terminarla rápidamente.
Putin llega con la exigencia de que Ucrania ceda la soberanía de Donetsk, Luhansk, Kherson, Zaporizhzhia y Crimea como condición para un armisticio, una propuesta que tanto Zelensky como los líderes de Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y el propio Trump rechazan como “botín de guerra” para el Kremlin.
El mandatario ruso está acompañado por una delegación de alto nivel, entre ellos el canciller Serguéi Lavrov y el ministro de Finanzas Antón Siluanov, lo que sugiere que también se discutiría el levantamiento de sanciones económicas. Trump, por su parte, acudió con figuras clave de su gabinete, incluido el secretario de Estado Marco Rubio y el director de la CIA John Ratcliffe.
Afuera, Anchorage fue escenario de protestas contra la visita de Putin, mientras grupos de ucranianos exiliados desplegaron mensajes a favor de la paz.
La reunión comenzará con un saludo oficial a las 11:30 hora local, seguido de un encuentro privado y un posible desayuno de trabajo con ambas delegaciones. Si las conversaciones prosperan, Trump planea convocar a Zelensky para un segundo encuentro “en un futuro muy cercano” y, eventualmente, firmar un acuerdo que podría redefinir el tablero geopolítico global.