Moscú, 14 agosto.- Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, Donald Trump, mantendrán este viernes una cumbre clave en la base militar Elmendorf-Richardson, cerca de Anchorage, Alaska, con inicio previsto a las 11:30 hora local (19:30 GMT). El Kremlin confirmó que la reunión tendrá como eje principal el conflicto en Ucrania, aunque también se abordarán cuestiones de seguridad global, cooperación económica y relaciones bilaterales.
El asesor del Kremlin para política internacional, Yuri Ushakov, detalló en una rueda de prensa que la cumbre comenzará con un encuentro privado entre ambos mandatarios, seguido por una sesión de trabajo con las delegaciones oficiales, compuestas por cinco altos funcionarios de cada país. Este segundo segmento se desarrollará en formato de “desayuno de trabajo” y tendrá una agenda amplia que incluirá la seguridad regional, la paz internacional y la revisión de temas bilaterales pendientes.
La delegación rusa estará integrada por Ushakov; el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov; el ministro de Defensa, Andréi Beloúsov; el ministro de Finanzas, Antón Siluánov; y el enviado especial del Kremlin para la cooperación económica con EE.UU., Kiril Dmítriev. Desde Moscú se subraya que uno de los objetivos de la visita es revitalizar las relaciones comerciales, las cuales, según Ushakov, poseen “un enorme potencial aún no aprovechado” debido a las tensiones de los últimos años.
Además del frente diplomático, el encuentro estará cargado de simbolismo histórico. La base militar donde se celebrará la cumbre se encuentra cerca de un cementerio donde descansan once militares soviéticos, nueve de ellos pilotos, fallecidos entre 1942 y 1945 mientras trasladaban aviones suministrados por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Este gesto busca recordar la “hermandad militar” entre ambas naciones en el 80º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi y Japón.
Según fuentes diplomáticas, Putin y Trump abordarán en detalle el estado de las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, discutiendo desde cuestiones territoriales hasta la posibilidad de un alto el fuego parcial —limitado a operaciones aéreas— o total. La complejidad de este punto radica en que, como ha advertido el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Kiev no aceptará ninguna propuesta que no cuente con su consentimiento, postura respaldada por los principales líderes europeos en los últimos días.
Al término de la cumbre, está prevista una rueda de prensa conjunta en la que ambos mandatarios ofrecerán un balance de los acuerdos alcanzados o de los avances diplomáticos obtenidos. Inmediatamente después, la delegación rusa tiene previsto abandonar el territorio estadounidense, según confirmó el Kremlin.
Este encuentro, el primero de alto nivel entre ambos líderes desde el inicio de la guerra en Ucrania, podría marcar un punto de inflexión en el pulso geopolítico que enfrenta a Moscú y Washington, y cuyo desenlace podría redefinir el equilibrio de poder en Europa y en el escenario internacional.