Maturín (Venezuela), 7 junio.- La selección de fútbol de Bolivia fue retenida por varias horas en Venezuela tras su derrota 2-0 frente a la Vinotinto por las Eliminatorias sudamericanas, luego de que las autoridades aeroportuarias del régimen de Nicolás Maduro impidieran la salida del vuelo chárter que debía transportar al plantel de regreso a La Paz.
Según informó la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), el avión con todos los permisos requeridos no recibió autorización para despegar desde el aeropuerto de Maturín, obligando a jugadores y cuerpo técnico a regresar al hotel pasada la medianoche del viernes. El vuelo fue finalmente autorizado cerca del mediodía del sábado, alterando completamente la planificación deportiva del equipo.
“Ya lo sabíamos. Hablamos con el ministro de Gobierno hace una semana y le pedimos que dialogara con el gobierno de Venezuela para que nos dejaran salir”, afirmó el director técnico de la selección, Óscar Villegas, quien señaló que la situación no fue una sorpresa, pero sí una gran preocupación.
El responsable de logística y seguridad del equipo, Harold Howard, denunció que la excusa venezolana fue el supuesto “alto tráfico aéreo”, a pesar de que solo había dos vuelos programados en la terminal. “Tuvo claros tintes de hostilidad y sabotaje”, agregó.
La delegación tenía previsto arribar a La Paz a las 5:00 a.m. del sábado para preparar el partido contra Chile, programado para el martes en la altitud de El Alto. Sin embargo, el retraso forzado alteró la rutina de descanso y entrenamiento de los jugadores, generando un impacto físico y mental en el plantel.
El incidente se suma a una serie de irregularidades que marcaron esta fecha eliminatoria. La FBF denunció también que el partido ante Venezuela fue reprogramado a último momento del jueves al viernes, afectando la logística general del equipo boliviano. Este hecho alimentó la percepción de una intención deliberada del régimen de Maduro para perjudicar a Bolivia, que disputa con Venezuela el séptimo lugar para el repechaje mundialista.
“Estamos volviendo al hotel”, reportaron periodistas bolivianos cerca de la 1:42 de la madrugada, reflejando la incertidumbre que envolvió a la delegación. Las autoridades diplomáticas bolivianas elevaron su malestar ante lo que calificaron como un nuevo atropello por parte del régimen venezolano.
Bolivia, que no gana desde hace ocho partidos, se encuentra en una posición crítica en la tabla de clasificación con solo 10 puntos. La derrota ante Venezuela consolidó a la Vinotinto en el séptimo puesto con 18 unidades, acercándola al repechaje internacional rumbo al Mundial.
El ambiente político y deportivo boliviano reaccionó con indignación y exigió explicaciones inmediatas al régimen de Maduro, cuya falta de transparencia y garantías vuelve a quedar en evidencia ante la comunidad internacional.
