Washington, 27 may.— La administración del presidente Donald Trump confirmó este martes que la licencia que permitía a la petrolera estadounidense Chevron operar en Venezuela vence oficialmente a las 23:59 horas (3:59 GMT del miércoles), como parte de una estrategia de presión contra el gobierno de Nicolás Maduro. Esta decisión refuerza las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y limitará aún más las capacidades de producción y exportación de crudo venezolano.

El Fin de una Prórroga

La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, declaró durante una rueda de prensa que la decisión responde al objetivo de evitar que recursos adicionales fortalezcan al régimen de Maduro. “No vamos a permitir que llegue dinero que asista al régimen de Maduro”, afirmó Bruce, destacando que esta medida busca debilitar financieramente al gobierno venezolano.

Según la vocera, Trump instruyó al secretario de Estado, Marco Rubio, a no renovar ninguna de las licencias otorgadas durante la “era” de su antecesor, Joe Biden (2021-2025), consideradas beneficiosas para Caracas. A partir de este miércoles, Chevron solo podrá realizar operaciones esenciales de mantenimiento en sus instalaciones en Venezuela, quedando prohibida cualquier inversión nueva, así como la producción y exportación de crudo desde el país sudamericano.

Un Cambio Político con Consecuencias Económicas

La expiración de la licencia tiene un impacto directo sobre los esfuerzos de reactivación de la industria petrolera venezolana, donde Chevron había jugado un papel clave tras recibir autorización especial de la administración Biden en noviembre de 2022. Aquella decisión coincidió con el inicio de diálogos entre el gobierno de Maduro y la oposición antichavista, facilitados por Washington, con el fin de convocar elecciones presidenciales libres y justas.

Sin embargo, bajo la nueva política impulsada por Trump, las conversaciones diplomáticas parecen haber perdido peso frente a una postura más agresiva hacia Venezuela. En marzo pasado, Trump anunció inicialmente la retirada de la licencia para el 3 de abril, pero luego concedió una prórroga que culmina hoy. Este movimiento generó confusión cuando Richard Grenell, enviado especial de Trump, sugirió que la licencia podría renovarse tras pactar la liberación de un ciudadano estadounidense detenido en Venezuela.

Contradiciendo a Grenell, el secretario de Estado Marco Rubio ratificó que el permiso caducaría este 27 de mayo, tal como estaba previsto. Esto marca el cierre definitivo de una etapa de flexibilidad temporal en las sanciones económicas aplicadas a Venezuela.

Consecuencias para Venezuela

La salida efectiva de Chevron representa un golpe significativo para la economía venezolana, ya que la empresa había contribuido considerablemente a la recuperación parcial de la producción petrolera nacional. Durante años, la industria petrolera venezolana sufrió severas caídas debido a la combinación de sanciones internacionales, falta de inversión y deterioro técnico.

Chevron era uno de los últimos actores privados importantes operando en el sector energético venezolano, proporcionando tecnología, capital y experiencia técnica necesarios para mejorar la extracción y comercialización de petróleo. Sin su participación activa, el gobierno de Maduro enfrentará mayores dificultades para mantener niveles mínimos de producción y generar ingresos cruciales para sostener su programa social y político.

Reacciones y Expectativas

Desde Caracas, el gobierno de Maduro ha calificado la decisión como una “agresión unilateral” que afectará negativamente tanto a Venezuela como a Estados Unidos, dado que ambos países dependen mutuamente de ciertas relaciones comerciales. Funcionarios venezolanos han advertido que esta medida podría complicar aún más las negociaciones pendientes sobre temas humanitarios y políticos.

Por su parte, sectores de la oposición venezolana también expresaron preocupación ante la expiración de la licencia. Algunos líderes opositores argumentan que Chevron representaba una oportunidad para revitalizar la industria petrolera mientras se avanzaba hacia un posible acuerdo electoral. Ahora, sin embargo, temen que esta decisión profundice la crisis económica y politice aún más el futuro del sector energético.

Un Contexto de Tensión

Este anuncio ocurre en medio de tensiones crecientes entre Washington y Caracas, marcadas por disputas territoriales, acusaciones de corrupción y diferencias ideológicas. Mientras Trump apuesta por endurecer las sanciones para forzar cambios en el gobierno venezolano, otros actores internacionales, incluidos algunos aliados europeos, abogan por mantener canales de diálogo abierto.

El presidente Trump ha defendido su postura afirmando que las sanciones son herramientas necesarias para presionar a Maduro hacia transiciones democráticas. Sin embargo, críticos señalan que estas medidas podrían agravar la situación humanitaria en Venezuela, afectando principalmente a la población civil.

Hacia el Futuro

Con la expiración de la licencia, Chevron deberá ajustar rápidamente sus operaciones en Venezuela para cumplir con las nuevas restricciones. Esto incluye reducir drásticamente su actividad productiva y centrarse únicamente en labores de mantenimiento técnico. Para Venezuela, la pérdida de un socio estratégico como Chevron complica aún más su capacidad para revertir décadas de declive en la industria petrolera, principal fuente de ingresos del país.

A nivel internacional, esta decisión refleja una línea dura de la administración Trump hacia América Latina, particularmente hacia regímenes considerados adversarios. Resta saber si esta presión logrará cambiar el rumbo político de Venezuela o simplemente profundizará su aislamiento económico y diplomático.

En conclusión, la expiración de la licencia de Chevron simboliza un nuevo capítulo en la relación entre Estados Unidos y Venezuela, marcado por decisiones que priorizan estrategias coercitivas sobre soluciones colaborativas. Queda por ver cómo responderá el gobierno de Maduro ante esta nueva restricción y si otras potencias globales aprovecharán esta oportunidad para aumentar su influencia en el sector energético venezolano.

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