Damasco, 9 dic.- En un giro significativo para la política siria, Mohamed al Bashir, presidente del Gobierno de Salvación, ha sido designado para formar un gobierno de transición tras el derrocamiento de Bachar al Asad. Así lo informó este lunes la televisión siria, que ahora opera bajo el control de la oposición.
El Gobierno de Salvación, considerado el brazo político del Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS), asume un papel central en este proceso. Idlib, el bastión opositor en el noroeste de Siria, se erige como el núcleo político de esta transición.
Reunión clave en Damasco
Poco después del anuncio, se confirmó la celebración de una reunión tripartita en Damasco para coordinar el traspaso de poder y prevenir un escenario de caos en el país. En esta reunión participan:
- Ahmed Al Sharea (Abu Mohamed al Jolani), líder de la coalición rebelde y cabeza del HTS.
- Mohamed Ghazi al Jalali, actual primer ministro sirio.
- Mohamed al Bashir, presidente del Gobierno de Salvación y encargado de liderar el nuevo gobierno de transición.
El encuentro busca establecer un consenso sobre las gestiones de transición en un contexto marcado por el temor a enfrentamientos sectarios y extremismos.
Reacciones de la oposición en el exilio
Hadi Al Bahra, líder de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), afirmó a EFE que el gobierno de transición acordado será de carácter civil y no estará dominado por el HTS ni el Gobierno de Salvación.
“Existen normas claras para garantizar que no haya extremismo, mala conducta ni violaciones de derechos humanos en el proceso de transición”, aseguró Al Bahra.
Promesas de tolerancia del HTS
Tras tomar el control del país, el HTS ha emitido comunicados en los que promete respeto hacia las diferentes sectas y confesiones religiosas. Además, han advertido a sus miembros contra cualquier abuso o agresión hacia la población civil, en un intento por proyectar una imagen de moderación.
Un futuro incierto para Siria
Mientras se configuran los nuevos liderazgos, Siria enfrenta un momento crucial en su historia, con el desafío de construir un gobierno estable que represente a todas las facciones y sectores de su población, tras más de una década de conflicto devastador.
