París, 7 dic.- La catedral de Notre Dame ha reabierto oficialmente sus puertas este sábado tras años de restauración, marcados por el devastador incendio de abril de 2019. La ceremonia, presidida por el arzobispo de París, Laurent Ulrich, incluyó un ritual simbólico en el que golpeó las puertas del templo con una cruz de madera hecha con restos del incendio, acompañado por el canto solemne del salmo 121: “A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde vendrá mi socorro?”.
Un evento cargado de simbolismo y diplomacia
La ceremonia contó con la presencia de líderes mundiales como el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, junto con la primera dama Jill Biden; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien fue recibido con aplausos al entrar en la nave restaurada de la catedral.
El evento también fue un hito diplomático para el presidente francés Emmanuel Macron, quien previamente se reunió en el Palacio del Elíseo con Trump y Zelenski, marcando el primer encuentro entre ambos líderes tras las elecciones estadounidenses de noviembre. Este diálogo se dio en medio de incertidumbres sobre el futuro del apoyo estadounidense a Ucrania frente a la invasión rusa.
Macron, acompañado por su esposa Brigitte, llegó con retraso a la ceremonia debido a las reuniones previas, dejando al primer ministro interino, Michel Barnier, a cargo de las primeras recepciones.
Una ceremonia solemne con ecos de renovación
Las campanas de la catedral marcaron el inicio del acto, mientras que una carpa en la explanada protegió a los asistentes de las inclemencias del tiempo. Además de los líderes políticos, figuras destacadas como Elon Musk y miembros de la realeza europea, incluidos el príncipe Guillermo de Gales y los reyes Felipe y Matilda de Bélgica, asistieron al evento.
Vestido con una capa en colores litúrgicos verde, rojo, amarillo y azul, el arzobispo Ulrich lideró la apertura oficial de las puertas, bendijo el interior con agua sagrada y dio inicio a los rituales religiosos. Una de las fases más esperadas fue el llamamiento para “despertar” al emblemático órgano de la catedral.
Macron destaca el renacimiento de un ícono francés
En la parte política de la ceremonia, Macron pronunció un discurso destacando la resiliencia y el esfuerzo colectivo que hicieron posible la restauración de Notre Dame. “Esta catedral no es solo un monumento, es el alma de Francia, un símbolo de nuestra historia y nuestra unidad”, afirmó el presidente francés.
La reapertura de Notre Dame representa un momento de orgullo nacional y esperanza, tras más de cuatro años de trabajo de restauración que lograron devolver a este ícono gótico su majestuosidad.
