PARÍS, 18 Nov.- Francia confirmó este lunes que permite a Ucrania utilizar las armas suministradas por París contra bases militares rusas desde las cuales se lanzan ataques sobre suelo ucraniano. La política, definida en mayo por el presidente Emmanuel Macron, busca reforzar la capacidad defensiva de Kiev sin incurrir en una escalada directa con Moscú, según fuentes del Elíseo.
El recordatorio llega después de que se conociera que Estados Unidos ha autorizado el uso de misiles de largo alcance de fabricación estadounidense por parte de Ucrania para objetivos en territorio ruso. En contraste, Francia subraya que las armas francesas están restringidas a blancos específicos desde los cuales se amenaza a Ucrania.
Misiles SCALP, clave en el apoyo francés
Entre las armas suministradas por Francia destacan los misiles de crucero SCALP, equivalentes a los Storm Shadow británicos, que cuentan con un alcance de hasta 1.000 kilómetros. Su entrega fue anunciada en julio durante la Cumbre de la OTAN en Vilna, como parte del compromiso francés con la defensa ucraniana frente a la agresión rusa.
Macron detalló esta política durante su visita de Estado a Alemania en mayo pasado, tras recibir el Premio Internacional de la Paz de Westfalia. En su discurso en Meseberg, el mandatario afirmó que Ucrania tiene derecho a neutralizar las bases militares desde las que se disparan misiles contra su territorio, asegurando que esta decisión no busca escalar el conflicto.
“¿Cómo explicamos a los ucranianos que deben proteger sus ciudades si les entregamos armas, pero no les permitimos defenderse?”, argumentó Macron en esa ocasión, justificando la autorización como una respuesta lógica ante los ataques rusos.
Un enfoque calculado para evitar la escalada
Francia insiste en que esta medida no constituye una provocación directa hacia Rusia. Según Macron, “es Rusia la que ha cruzado las líneas al atacar indiscriminadamente a Ucrania”, por lo que cualquier acción defensiva ucraniana con armas francesas responde a un principio de reciprocidad.
Este enfoque, sin embargo, contrasta con el de otras potencias europeas que han evitado autorizar el uso de sus armas en territorio ruso, temiendo una respuesta militar más agresiva de Moscú.
El equilibrio entre apoyo y prudencia
Francia se ha consolidado como uno de los principales socios europeos de Ucrania, suministrando armamento avanzado y reforzando las defensas ucranianas. Sin embargo, la estrategia francesa mantiene un delicado equilibrio: respalda firmemente a Kiev, pero evita decisiones que puedan interpretarse como una escalada directa contra Rusia en el conflicto.
La situación sigue siendo tensa mientras Ucrania busca maximizar su capacidad defensiva y ofensiva, mientras las potencias occidentales ajustan sus apoyos dentro de los límites de sus intereses estratégicos y de seguridad global.
