Arlington, Texas, 16 nov.- El legendario excampeón de los pesos pesados, Mike Tyson, de 58 años, sufrió una derrota por decisión unánime ante el polémico youtuber convertido en boxeador, Jake Paul, en un combate celebrado la noche del viernes en el AT&T Stadium, hogar de los Dallas Cowboys.
La pelea, que marcó el regreso de Tyson al boxeo profesional tras casi 20 años de inactividad, despertó una gran expectación, pero dejó a los aficionados insatisfechos debido a la falta de acción. Entre abucheos, el público expresó su descontento con un enfrentamiento que no estuvo a la altura de las expectativas generadas.
Paul domina a un Tyson sin ritmo
Jake Paul, de 27 años, mostró mayor dinamismo y precisión en sus golpes, dominando el combate de principio a fin. Las tarjetas de los jueces reflejaron su claro triunfo: una puntuación de 80-72 y dos de 79-73 a su favor. Por su parte, Tyson apenas logró conectar algunos golpes contundentes en los primeros minutos, pero se mostró cauteloso el resto del tiempo.
El momento más llamativo ocurrió antes de la campana final, cuando Paul se quitó los guantes y se inclinó ante Tyson, en un gesto que fue interpretado como un homenaje al excampeón. Sin embargo, esto no calmó los ánimos de los asistentes, quienes esperaban un enfrentamiento más competitivo.
Un regreso cuestionado
Desde su anuncio, el combate generó controversia, con dudas sobre la legitimidad de la pelea y críticas hacia la decisión de Tyson de enfrentarse a un rival 31 años más joven y sin un historial sólido en el boxeo profesional.
Pese a la derrota, Tyson declaró tras el combate que estaba satisfecho por haber vuelto al cuadrilátero, aunque no confirmó si planea seguir peleando. Jake Paul, por su parte, celebró su victoria y aseguró que enfrentarse a una leyenda como Tyson fue “un honor y un sueño hecho realidad”.
El evento, que atrajo a miles de fanáticos y un enorme seguimiento en plataformas digitales, dejó una sensación agridulce. Mientras algunos elogiaron la valentía de Tyson por regresar, otros criticaron el espectáculo como un intento más de capitalizar la fama de ambos peleadores.
