Washington, 4 nov.- La campaña de la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, anticipa unas elecciones “increíblemente ajustadas” y ha solicitado calma a los votantes ante un posible retraso en el conteo de votos, que podría extenderse durante varios días, según declaró Jen O’Malley Dillon, directora de la campaña demócrata, en una llamada con periodistas este lunes.
Dillon adelantó que solo algunos estados clave, como Georgia, Carolina del Norte y Michigan, podrían ofrecer resultados completos la misma noche electoral, mientras que el conteo en estados bisagra como Pensilvania, Wisconsin, Arizona y Nevada podría extenderse hasta después del miércoles.
“Creemos que esta carrera va a ser increíblemente reñida, por lo que es posible que no sepamos los resultados finales de esta elección durante varios días”, enfatizó Dillon, resaltando que el equipo demócrata se concentrará en “mantener la calma y la confianza” durante el periodo de espera.
Por su parte, la campaña de Harris también anticipó que el expresidente Donald Trump podría aprovechar esta fase de incertidumbre para declarar fraude electoral, diseminar desinformación y “proclamar una victoria prematura”. Dana Remus, consejera legal de la campaña, expresó su confianza en el sistema electoral de EE.UU., calificando estos comicios como “los más seguros en la historia del país”, aunque reconoció que el equipo de Harris ha desplegado cientos de abogados en el país para enfrentar posibles demandas que cuestionen el proceso electoral.
“No será un proceso rápido, pero los hechos están de nuestro lado (…) y no permitiremos que Trump denigre las elecciones o la institucionalidad con intentos constantes de crear caos y duda”, subrayó Remus.
Desde las elecciones de 2020, Trump ha promovido alegatos de fraude electoral, en los que presentó decenas de demandas en diversos tribunales del país, la mayoría de las cuales fueron desestimadas. Tanto expertos como estudios independientes han demostrado que las instancias de fraude electoral en EE.UU. son extremadamente escasas.
Para este ciclo electoral, tanto Trump como figuras del Partido Republicano han impulsado la narrativa de que “millones” de migrantes sin nacionalidad estadounidense podrían votar a favor de los demócratas, y el Partido Republicano ya ha presentado demandas en estados como Pensilvania, Virginia y Texas para “depurar” listas de votantes en los días previos a los comicios.
