Madrid, 1 de noviembre de 2024 – El gestor ferroviario Adif estima que la recuperación de las vías que conectan Madrid con Valencia podría tardar hasta tres semanas debido a los graves daños en la infraestructura, especialmente en los túneles de Chiva y Torrent, que han colapsado tras la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos).
En una rueda de prensa, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, indicó que los túneles están severamente afectados: el de Chiva presenta 1,2 kilómetros de cimentación colapsada, mientras que en el túnel de Torrent hay unos dos kilómetros inundados. Los trabajos de recuperación incluyen achicar el agua y realizar un análisis detallado de daños.
Cercanías de Valencia en estado crítico
La situación en las líneas de cercanías es igualmente alarmante. De las cinco líneas en Valencia, tres (C1, C2 y C3) están inoperativas debido a la destrucción de unos 80 kilómetros de vía. Aunque las líneas C5 y C6 están en condiciones de reabrirse, su funcionamiento dependerá de las condiciones meteorológicas y las recomendaciones de movilidad. El ministro describió la situación de estas líneas como “gravísima”.
Dificultades en la red de carreteras
En la red de carreteras del Estado, la situación es igualmente complicada. El colapso de un puente en la A7, que actúa como circunvalación de Valencia y soporta un tráfico de 100.000 vehículos diarios, representa uno de los puntos más críticos. Las autoridades estiman que el restablecimiento total de esta vía llevará varios meses, aunque se implementarán medidas provisionales para aliviar el tráfico. Las alternativas propuestas incluyen las circunvalaciones V30 y V31, aunque sólo se han habilitado parcialmente.
El ministro también recomendó evitar sacar vehículos atrapados en la V31, donde se están priorizando las labores de búsqueda y la restauración de infraestructuras.
Impacto y costos
Aunque todavía no se ha estimado el coste total de los daños, la DANA ha dejado una devastación significativa en infraestructuras de transporte, especialmente en los accesos al puerto y aeropuertos de Valencia, que aunque no están directamente dañados, enfrentan dificultades de acceso.
