Nueva York, 4 nov.– Los votantes de la ciudad de Nueva York se preparan para una jornada electoral decisiva que podría redefinir el rumbo político de la urbe y marcar tendencia en el panorama nacional. En juego está mucho más que la alcaldía: se enfrentan visiones antagónicas sobre el futuro económico, social y moral de la metrópolis más emblemática de Estados Unidos.

El legislador estatal Zohran Mamdani, de 34 años, busca convertirse en el primer alcalde musulmán de Nueva York y en uno de los líderes más jóvenes de su historia. Su triunfo consolidaría la influencia de los socialistas democráticos y podría situarlo como referente de una nueva izquierda urbana que prioriza la justicia social, el transporte público gratuito y la vivienda asequible. Mamdani, nacido en Uganda y criado en el barrio de Queens, representa una generación diversa que reclama mayor equidad y una ruptura con el establishment político.

Frente a él, el exgobernador Andrew Cuomo —quien renunció en 2021 tras denuncias de acoso sexual— busca un regreso político improbable, postulándose como independiente. Respaldado por sectores moderados y conservadores, Cuomo intenta presentarse como la opción de experiencia y estabilidad frente a lo que califica como “el radicalismo económico” de Mamdani. A su favor cuenta con el apoyo del exalcalde Michael Bloomberg, del alcalde saliente Eric Adams, y de buena parte de los votantes centristas, afroamericanos y judíos ultraortodoxos. Bloomberg incluso ha aportado 1,5 millones de dólares a un comité de acción política en favor del exgobernador.

El tercer contendiente, Curtis Sliwa, fundador del grupo de patrullaje civil Guardian Angels, busca dar la sorpresa como candidato republicano. Aunque su base electoral es limitada, Sliwa intenta capitalizar el malestar ciudadano por la inseguridad y el aumento del costo de vida, temas que podrían atraer el voto de sectores desencantados tanto de la izquierda como del centro.

La contienda se ha tornado especialmente polarizada luego de que el expresidente Donald Trump interviniera en la campaña, atacando duramente a Mamdani y tildándolo de “amenaza para la seguridad nacional”. En un movimiento inesperado, Trump respaldó a regañadientes a Cuomo, instando a los votantes republicanos a apoyar al exgobernador para evitar que “un socialista tome el control de Nueva York”.

Por su parte, Mamdani ha sido objeto de críticas por su postura frente a Israel y el conflicto en Gaza, al haber calificado las acciones israelíes como “genocidas”. Aunque en las últimas semanas ha suavizado su discurso, su posición ha generado tensiones con parte del electorado judío y con dirigentes demócratas que temen que su victoria pueda acentuar las divisiones internas del partido.

A pesar de ello, su candidatura ha despertado entusiasmo entre los jóvenes progresistas y cuenta con el respaldo de figuras nacionales como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez. Su programa propone subir los impuestos a los más ricos, implementar el transporte público gratuito, ofrecer guarderías universales y congelar los alquileres de cerca de un millón de viviendas reguladas, medidas que podrían redefinir la política social de la ciudad.

Mientras tanto, Cuomo busca convencer a los neoyorquinos de que su regreso simboliza una “segunda oportunidad para la sensatez y la gobernabilidad”, prometiendo reducir el crimen, reactivar la economía y restaurar la confianza en las instituciones municipales.

La elección de este martes no solo determinará quién dirigirá Nueva York durante los próximos cuatro años, sino que también podría convertirse en un referéndum sobre el rumbo ideológico del Partido Demócrata y su capacidad para retener el liderazgo de las grandes ciudades frente al avance del populismo y el desencanto ciudadano.

Las urnas cerrarán a las 9 de la noche, y todo el país observará con atención un resultado que podría reconfigurar el mapa político estadounidense desde el corazón de su metrópoli más emblemática.

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