WASHINGTON, 17 de marzo.— El gobierno de Donald Trump ha deportado a 261 migrantes, entre ellos 137 venezolanos, a El Salvador y Honduras bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una norma prácticamente inactiva desde la Segunda Guerra Mundial. La decisión, respaldada por la Casa Blanca como una medida de seguridad nacional, enfrenta críticas por su uso de una legislación obsoleta y la falta de transparencia en las acusaciones contra los expulsados.
¿Qué Aconteció?
El sábado, dos vuelos partieron desde Texas con 261 migrantes:
- 137 venezolanos fueron deportados bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, un acto que el gobierno estadounidense justifica como necesario para proteger a la nación de amenazas vinculadas al Tren de Aragua (una organización acusada de organizar migraciones ilegales y actividades criminales).
- 101 venezolanos fueron devueltos mediante procedimientos normales de inmigración (Título 8).
- 23 salvadoreños identificados como miembros de la MS-13 fueron entregados a las autoridades de El Salvador, quienes los encarcelaron en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).
Justificación del Gobierno de Trump
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que la decisión se basa en “información de inteligencia” de las agencias fronterizas y de seguridad:
“La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, el ICE y el Departamento de Seguridad Nacional están seguros de las identidades de estas personas y de la amenaza que representan. Sus manos estaban atadas bajo la administración anterior, pero ahora finalmente pueden actuar con rigor”.
Además, destacó la colaboración con el gobierno salvadoreño:
“El presidente Bukele expresó particular gratitud por el retorno de los salvadoreños, incluidos líderes de la MS-13 y personas con delitos graves”.
La Polémica Legal: Una Ley del Siglo XVIII en Uso
La invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, diseñada originalmente para deportar a ciudadanos de países enemigos en tiempos de guerra, generó un inmediato desafío judicial. Un juez federal bloqueó su aplicación el sábado, ordenando que los aviones fueran detenidos o dieran la vuelta. Sin embargo, la Casa Blanca confirmó que los vuelos ya habían salido de EE.UU., evitando el impacto de la orden judicial.
Analistas cuestionan el uso de esta ley en un contexto migratorio y no bélico, señalando que su aplicación carece de precedentes recientes y podría socavar derechos fundamentales.
El Tren de Aragua y las Acusaciones
El Tren de Aragua, grupo venezolano al que se vincula a la organización de migraciones masivas e irregular por Centroamérica, es el blanco principal de las expulsiones. La administración Trump sostiene que estos individuos representan una amenaza por su supuesta participación en redes criminales, aunque no ha presentado pruebas públicas que respalden las acusaciones.
Por su parte, El Salvador, bajo el gobierno de Nayib Bukele, ha acogido a los deportados venezolanos en el CECOT, un centro diseñado para terroristas, reforzando la narrativa de “amenaza criminal”.
Repercusiones y Críticas
- El Juez Federal: Su bloqueo de la ley subraya los riesgos de aplicar normas obsoletas para casos migratorios, argumentando que la Ley de Enemigos Extranjeros no está destinada a situaciones no relacionadas con conflictos armados.
- Organizaciones de Derechos Humanos: Denuncian la falta de debido proceso y la criminalización de migrantes, especialmente venezolanos que huyen de la crisis económica y política en su país.
- Comunidad Internacional: Preocupa que esta acción pueda incentivar la represión de migrantes en otras naciones y agravar la crisis humanitaria en la región.
¿Qué Es el Tren de Aragua?
El grupo, surgido en Venezuela, es acusado por EE.UU. de coordinar migraciones masivas hacia Centroamérica y de tener nexos con pandillas como la MS-13. Sin embargo, la evidencia concreta sobre su estructura y actividades criminales sigue siendo escasa, lo que ha generado dudas sobre si se trata de una organización legítima o de una figura construida para justificar políticas migratorias drásticas.
El Acuerdo con El Salvador
La cooperación con Bukele es clave en esta operación. El presidente salvadoreño, conocido por su mano dura contra el crimen, ha respaldado las expulsiones, al tiempo que reafirma su alianza con Trump. Las autoridades salvadoreñas no han aclarado si liberarán a los venezolanos o los procesarán penalmente.
Conclusión: Un Precedente Polémico
La decisión de Trump de recurrir a una ley de 1798 para deportar migrantes venezolanos y centroamericanos marca un giro radical en la política fronteriza, posicionándose como una de las medidas más controvertidas de su administración. Mientras el gobierno celebra un “éxito en la lucha contra el crimen organizado”, críticos advierten sobre la instrumentalización de leyes obsoletas y el impacto en la credibilidad de EE.UU. como defensor de los derechos humanos.
“Esta operación envía un mensaje claro: Estados Unidos no tolerará a quienes amenacen nuestra seguridad desde el exterior”, concluyó Leavitt.
Sin embargo, la falta de transparencia y el uso de una norma no aplicada en casi un siglo mantienen en vilo a organizaciones internacionales y a quienes cuestionan la legitimidad de las acusaciones. La tensión legal y política podría intensificarse si más migrantes enfrentan expulsiones bajo esta ley.
Actualización: El gobierno salvadoreño confirmó este lunes que los venezolanos permanecerán en el CECOT mientras se investigan sus vínculos con el Tren de Aragua. El debate sobre la eficacia y legalidad de estas acciones continúa abierto.