Beirut, 27 nov.- Un cese del fuego entre Israel y Hezbollah se instauró este miércoles, permitiendo a miles de desplazados del sur del Líbano comenzar su retorno, a pesar de las advertencias de los militares israelíes y libaneses de evitar ciertas áreas. El acuerdo, mediado por Estados Unidos y Francia, busca poner fin a más de un año de enfrentamientos que dejaron miles de muertos y desplazados, además de tensar las relaciones en la región.
El pacto establece una pausa inicial de dos meses en los combates, con la retirada de las tropas israelíes al norte de la frontera y el fin de la presencia armada de Hezbollah en el sur del Líbano. Miles de efectivos libaneses y cascos azules de la ONU se desplegarán en la zona para garantizar la estabilidad, supervisados por un panel internacional encabezado por Estados Unidos.
Regreso cauteloso al sur del Líbano
A pesar de los llamados a la precaución, videos en redes sociales mostraron a libaneses desplazados regresando a aldeas cercanas a Tiro, algunas de ellas aún ocupadas por tropas israelíes tras la invasión terrestre de octubre. Las carreteras hacia el sur se llenaron de vehículos cargados con pertenencias, mientras los residentes enfrentaban una devastación generalizada en sus comunidades.
Más de 3.760 personas murieron en Líbano durante los enfrentamientos, en su mayoría civiles, según cifras oficiales. Hezbollah, aunque golpeado, logró ofrecer resistencia al avance israelí, lanzando ataques diarios con cohetes y drones. Algunos libaneses, como Hussein Sweidan, calificaron el alto al fuego como una “victoria” para el grupo chií y para el país, celebrando con disparos al aire y vítores en ciudades como Tiro.
Israel, dividido entre cautela y logros militares
En Israel, el ambiente era menos festivo. Los residentes desplazados, como Eliyahu Maman, expresaron preocupación por la proximidad de Hezbollah y la posibilidad de que el grupo retome actividades hostiles. Más de 70 israelíes, incluidos civiles y soldados, murieron durante el conflicto, que también dejó extensos daños en comunidades fronterizas.
A pesar de las preocupaciones, Israel destacó la muerte del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y la destrucción de gran parte de su infraestructura militar como logros significativos. Según informes, ataques sofisticados desarticularon planes insurgentes de gran alcance, aunque algunos sistemas de cohetes masivos de Hezbollah no llegaron a ser utilizados.
Un futuro incierto
El cese del fuego podría brindar un respiro temporal a ambas partes, pero no aborda el conflicto en Gaza, donde Israel sigue enfrentándose a Hamás. El presidente estadounidense Joe Biden anunció que su administración intentará renovar los esfuerzos de paz en esa región en los próximos días.
Mientras tanto, el regreso de los desplazados y la reconstrucción de comunidades devastadas en Líbano e Israel podrían tomar meses, en un contexto donde la desconfianza mutua y los riesgos de reanudación del conflicto siguen siendo altos.
