Washington, 13 de noviembre de 2024 — El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, visitó este miércoles la Casa Blanca, donde fue recibido por el mandatario saliente, Joe Biden, en un encuentro sin precedentes para iniciar formalmente la transición de poder entre ambas administraciones. En sus primeras declaraciones desde el Despacho Oval, Trump agradeció la disposición de Biden para facilitar el proceso y reconoció las dificultades de la vida política.
“La política es dura y, muchas veces, es un mundo complicado, pero hoy es un buen día en este mundo”, expresó Trump, destacando la fluidez de la transición y deseando que continúe en el mismo tono. Biden, en un gesto amable, respondió con un breve “de nada”, mientras ambos líderes compartían un apretón de manos que marcó un momento simbólico en la historia reciente de EE.UU.
La reunión se desarrolló en un ambiente cordial, con ambos mandatarios sentados junto a la chimenea encendida. Para muchos, este encuentro representa un giro significativo, ya que en 2020 Trump se negó a admitir su derrota frente a Biden, cuestionando el resultado electoral y rompiendo la tradición de asistir a la toma de posesión de su sucesor, una práctica ininterrumpida desde 1869.
Trump bromea sobre su futuro político: “Sospecho que no me presentaré de nuevo”
Previo a la reunión en la Casa Blanca, Trump tuvo un breve encuentro con legisladores republicanos en un hotel cercano al Capitolio. Allí, en tono jocoso, el presidente electo sugirió que no volverá a postularse tras cumplir su segundo mandato, en referencia a la prohibición constitucional que impide a los presidentes estadounidenses tener más de dos mandatos.
“Sospecho que no me presentaré de nuevo a menos que digan que es bueno, entonces pensaremos en otra cosa”, comentó entre risas, mientras los asistentes respondían con entusiasmo. Durante el encuentro, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, elogió a Trump, calificándolo como “una figura singular en la historia estadounidense”.
Este gesto público de Trump representa su primera aparición desde el discurso de victoria del 5 de noviembre, y reafirma el tono conciliador que ha adoptado hacia la administración saliente en esta fase de transición, un contraste con las tensiones políticas vividas en el pasado.
