ASHBURN, Virginia, EE.UU., 1 de noviembre – Al inicio de la temporada, parecía que los Commanders de Washington no estaban aprovechando a Terry McLaurin, su receptor mejor pagado, quien registró solo 39 yardas en sus primeros dos juegos. Sin embargo, con el quarterback novato Jayden Daniels liderando el ataque, McLaurin ha resurgido como uno de los principales receptores de la NFL, acumulando 579 yardas a mitad de temporada, lo que lo coloca en la cuarta posición de la liga en yardas recibidas.
Washington, que ostenta un récord de 6-2 por primera vez desde que McLaurin se unió en 2019, apunta a los playoffs, y el receptor podría ver un rol aún mayor en la segunda mitad de la campaña. “Cada partido con un tipo como él terminas diciendo, ‘Desearía que pudiéramos habérselo pasado más’”, comentó el coordinador ofensivo Kliff Kingsbury, quien ahora está a cargo de la ofensiva, actualmente la tercera mejor de la liga en puntos.
La clave: paciencia y aprendizaje
McLaurin atribuye su éxito reciente a la paciencia. “Confiar en el trabajo desde la temporada baja ha sido clave”, dijo McLaurin. La adaptación de Daniels ha sido crucial, ya que el novato – y reciente ganador del Trofeo Heisman – ha mostrado un rápido crecimiento en la NFL. Aunque McLaurin no ha sido el objetivo principal en cada jugada, su disposición para colaborar sin exigir atención ha permitido a Daniels encontrar un balance y hacer pases efectivos cuando la defensa lo permite.
Uno de los momentos destacados de la temporada llegó en el último enfrentamiento contra los Bears de Chicago. Daniels lanzó un pase de Hail Mary a Noah Brown para ganar el partido, pero en la jugada previa, fue McLaurin quien atrapó un pase de 13 yardas que preparó el terreno para la anotación ganadora.
Perspectivas para la temporada
McLaurin, quien ya suma 40 recepciones, está en camino de superar las 1,200 yardas en una temporada por primera vez en su carrera, lo cual es un reflejo del nuevo dinamismo ofensivo de los Commanders bajo Kingsbury. Con una ofensiva eficiente y McLaurin en un papel clave, Washington se perfila como un equipo de alto potencial de cara a los playoffs.
