Argentina decreta la privatización de Aerolíneas Argentinas en medio de crisis sindical

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Buenos Aires, 2 oct.- El presidente de Argentina, Javier Milei, decretó este miércoles que Aerolíneas Argentinas, la mayor línea aérea del país, será privatizada, en medio de un conflicto sindical que ha afectado su operación durante las últimas semanas.

El decreto destaca que, desde que la aerolínea fue nacionalizada en 2008, ha acumulado pérdidas significativas, mitigadas por aportes del Tesoro nacional que ascienden a 8.000 millones de dólares. A pesar de esta intervención financiera, el Gobierno señala que los empleados de la compañía han mantenido beneficios considerables, empeorando aún más la situación económica de la empresa.

La administración de Milei también cuestiona el “sobredimensionamiento de la estructura” de Aerolíneas en comparación con otras aerolíneas de la región, lo que, según el decreto, ha contribuido a la imposibilidad de operar de manera competitiva en el mercado libre.

El Gobierno argentino presentará la decisión al Parlamento, donde se están debatiendo dos proyectos de ley que abogan por la privatización de la aerolínea, que actualmente cuenta con una plantilla de 11.386 trabajadores.

El sector aerocomercial en Argentina ha estado marcado por un ambiente de tensión debido a los conflictos sindicales que, desde mediados de agosto, han causado cancelaciones, demoras y reprogramaciones de vuelos, afectando a miles de pasajeros y provocando millonarias pérdidas económicas para la aerolínea.

Aerolíneas Argentinas, fundada en 1950, fue privatizada en 1990 y vendida a la española Iberia. Desde entonces, ha pasado por varias manos, incluyendo la aerolínea estadounidense American Airlines y el grupo español Marsans, antes de ser expropiada por el Estado argentino en 2009 tras una crisis financiera que puso en riesgo su operatividad.

Actualmente, Aerolíneas cuenta con una flota de 84 aviones operativos y concentra el 62 % del mercado de vuelos domésticos, un sector que está experimentando cambios importantes debido a la política de “cielos abiertos” promovida por el presidente Milei, que busca fomentar la competencia en el sector aerocomercial.

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