Washington, 9 sep.- El fabricante aeronáutico Boeing ha anunciado este domingo un acuerdo laboral provisional con el sindicato que representa a más de 33,000 empleados, principalmente en el noroeste del Pacífico. El acuerdo, que busca evitar una huelga programada para el próximo viernes, incluye un aumento salarial del 25% y otras mejoras en las prestaciones laborales.
El pacto, con una duración de cuatro años, contempla también un incremento en las prestaciones de jubilación y hasta 12 semanas de permiso parental retribuido. Según Boeing, el salario medio de los empleados aumentará en un 33% con los aumentos por antigüedad, aunque sigue por debajo del 40% que la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) había solicitado.
Los representantes sindicales han calificado el contrato como el mejor en la historia de las negociaciones con la empresa, a pesar de que no se logró alcanzar todos los objetivos. “Las negociaciones son un tira y afloja, y aunque no ha habido éxito en todos los puntos, podemos decir sinceramente que es el mejor contrato que hemos negociado en nuestra historia”, indicaron en un comunicado.
Stephanie Pope, directora general de Boeing Commercial Airplanes, destacó que la oferta proporciona el mayor aumento salarial general hasta la fecha, reduce la participación de los empleados en los costos médicos, y ofrece mayores contribuciones para la jubilación. También se han introducido mejoras para un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
El acuerdo implica que el equipo de Boeing en la región de Puget Sound, en el estado de Washington, construirá el próximo nuevo avión del fabricante, lo que se considera una garantía de “seguridad laboral para las generaciones venideras”.
El acuerdo provisional debe ser ratificado por los miembros del sindicato para el jueves por la noche.
Este convenio se alcanza un mes después de que Robert ‘Kelly’ Ortberg asumiera el cargo como nuevo CEO de Boeing. La empresa atraviesa uno de los peores momentos de su historia debido a problemas de calidad en sus aviones, incluyendo un incidente reciente con un 737 Max-9. En el primer semestre del año, Boeing reportó pérdidas netas de 1,794 millones de dólares, un aumento significativo respecto al mismo periodo de 2023, y una caída del 11% en los ingresos, que pasaron de 37,672 millones de dólares en 2023 a 33,435 millones de dólares en 2024.
La unidad de aviones comerciales de Boeing vio una disminución del 31% en los ingresos de enero a junio, alcanzando los 10,656 millones de dólares, mientras que las entregas de aviones cayeron un 34% a 175 unidades.
