Toronto, 4 Sep.- La creciente congestión vehicular en Toronto ha llevado a un aumento en los incidentes de ira al volante, con conductores reaccionando de manera agresiva y peligrosa ante el tráfico cada vez más pesado en la ciudad. Casos de autos circulando por aceras, espejos destrozados, y peleas en plena autopista han sido capturados en video, reflejando el malestar que sienten los conductores.
Aunque tanto la Policía de Toronto como la Policía Provincial de Ontario (OPP) no registran específicamente los casos de furia al volante, y este no es considerado un delito según el Código Penal ni una infracción según la Ley de Tráfico en Carreteras, expertos en seguridad vial y psicólogos están observando un incremento en estos comportamientos agresivos.
Laura Cavanagh, profesora de psicología y ciencias del comportamiento en Seneca College, explica que la congestión contribuye significativamente a este fenómeno, ya que las personas tienden a frustrarse cuando sienten que no tienen control sobre su situación, como cuando están atrapadas en el tráfico.
Cavanagh señala que la ira al volante es una forma de agresión específica del contexto de conducción, y destaca cómo la sensación de anonimato dentro de un vehículo puede hacer que los conductores actúen de manera más agresiva que en otras situaciones. Esta desconexión, similar a la que se experimenta al interactuar detrás de un teclado, permite a las personas comportarse de manera más agresiva, según la experta.
Además, el fenómeno del “sesgo de atribución” también juega un papel importante. Según Cavanagh, los conductores suelen justificar sus propios errores atribuyéndolos a factores externos, mientras que los errores de otros son percibidos como resultado de malas intenciones o falta de consideración.
La percepción de un aumento en la agresividad al volante también es compartida por aquellos que transitan regularmente las calles de Toronto. Conductores como Amy Li y trabajadores de reparto en bicicleta como Kamal Singh han notado un incremento en el mal humor de los conductores, especialmente en autopistas y áreas congestionadas del centro de la ciudad.
El instructor de manejo Cory Froklage, de la escuela de manejo Kruzee, ha observado cómo la creciente frustración en el tráfico está afectando a sus estudiantes, quienes se enfrentan a un ambiente hostil desde sus primeras experiencias al volante.
Gran parte del tráfico en el centro de Toronto se atribuye a las obras de construcción, como las que han restringido carriles en la Gardiner Expressway y cerrado por completo tramos de Queen Street. Mientras tanto, la ciudad ha reforzado su programa de agentes de tráfico para intentar aliviar la situación.
Yusuf Manjra, supervisor de estos agentes, reconoce que aunque la mayoría de los conductores siguen las reglas, un pequeño porcentaje actúa de manera peligrosa debido a la frustración. Manjra recuerda a los conductores que su comportamiento puede poner en riesgo a otros usuarios de la vía, como ciclistas y peatones.
A pesar de los esfuerzos, la congestión en Toronto sigue siendo un problema grave, con expertos señalando que mejorar el transporte público podría ser clave para reducir la dependencia del automóvil y aliviar el tráfico en la ciudad.
