Madrid, 13 ago.- El expresidente argentino Alberto Fernández (2019-2023) negó rotundamente las acusaciones de violencia de género y acoso realizadas por su exesposa, Fabiola Yáñez. En una entrevista con el diario español El País, Fernández insistió en que estas acusaciones no deben discutirse en los medios de comunicación, sino que deben ser probadas ante la justicia, donde asegura que desmontará las alegaciones en su contra.
“Estoy siendo acusado de algo que no he hecho. No he golpeado a Fabiola. Nunca he golpeado a una mujer”, declaró Fernández, quien también recordó que en sus relaciones anteriores, incluyendo 18 años con la madre de su hijo mayor y 11 años con Vilma Ibarra, nunca hubo episodios de violencia.
Las acusaciones surgieron luego de que se hiciera pública una denuncia de Yáñez por violencia de género. Poco después, medios argentinos difundieron fotografías en las que se veía a Yáñez con un ojo morado y marcas en el brazo, junto con chats en los que lo responsabiliza por los golpes. Fernández rechazó categóricamente las imágenes y conversaciones, afirmando que las lesiones no fueron causadas por él y que no recuerda haber participado en el chat en cuestión, pues, según él, todos sus mensajes con Yáñez de 2022 y 2023 desaparecieron de su celular.
El expresidente sugirió que Yáñez pudo haber sido influenciada para presentar la denuncia con otros fines, argumentando que durante su presidencia promovió políticas de género y que comprende la dificultad de demostrar su inocencia en tales casos.
Pese a las graves acusaciones, Fernández expresó que no estaba consciente de que Yáñez podría denunciarlo. Se negó a compartir detalles de la situación personal de Yáñez, indicando que no quería exponerla públicamente, aunque reiteró que no cometió los hechos que se le imputan.
Durante la entrevista, Fernández también reflexionó sobre las discusiones de pareja, negando cualquier violencia física, pero admitiendo que en momentos de enojo “uno dice muchas cosas y puede ser ofensivo”. Sin embargo, añadió que si hubo violencia verbal, él también la sufrió.
Finalmente, el exmandatario pidió que se le permita demostrar su inocencia ante la justicia, señalando la diferencia entre la presunción de culpabilidad y el “linchamiento mediático” que, según él, lo ha condenado sin darle la oportunidad de defenderse.
