WASHINGTON, 27 julio.- De repente, se habla de la economía de Kamala Harris, una importante oportunidad, al igual que un posible riesgo para la virtual candidata presidencial demócrata.
Poco después de que el presidente Joe Biden abandonó la contienda hace una semana, Harris comenzó a elaborar su propia narrativa alrededor de la economía, haciendo énfasis en acabar con la pobreza infantil, promover los sindicatos, reducir el costo de la atención a la salud y a la infancia, y proteger la “dignidad” en el retiro.
En ninguno de sus discursos pronunciados en Wisconsin, Indiana o Texas mencionó la palabra “inflación”, el abrumador desafío económico que persigue al gobierno de Biden y que lo obligó a reconocer constantemente en declaraciones el dolor de los votantes al enfrentar mayores costos en la adquisición de mercancías, gasolina, vivienda y gastos de automóvil. Harris da una mayor prioridad a lo que, afirma, podría ocurrir en el futuro.
“En nuestra visión del futuro, vemos un lugar donde cada persona tenga la oportunidad no sólo de salir del paso, sino de salir adelante — un futuro donde ningún niño tenga que crecer en la pobreza, donde cada adulto mayor pueda jubilarse con dignidad y donde cada trabajador tenga la libertad de unirse a un sindicato”, dijo Harris el jueves a la Federación Estadounidense de Maestros.
La estrategia de Harris implica un enfoque en políticas progresistas y una narrativa optimista sobre la economía, en contraste con el énfasis de Biden en la gestión de crisis económicas inmediatas. Este cambio en la narrativa puede atraer a votantes que buscan una visión a largo plazo, aunque también corre el riesgo de ser percibida como desconectada de las preocupaciones económicas actuales.
La ausencia de la palabra “inflación” en sus discursos podría ser una estrategia deliberada para centrarse en las soluciones a largo plazo y en la creación de una economía más equitativa. Sin embargo, los críticos podrían argumentar que esto ignora las preocupaciones inmediatas de los votantes que enfrentan el aumento del costo de vida.
La candidatura de Harris plantea una visión de futuro enfocada en la equidad económica y el fortalecimiento de las bases del bienestar social, lo que podría resonar fuertemente entre los votantes demócratas. No obstante, su capacidad para abordar y conectar con las preocupaciones económicas inmediatas será crucial para consolidar su posición en la contienda presidencial.
