Brasilia, 17 Oct.- Con Jair Bolsonaro fuera de carrera electoral tras ser condenado por golpismo, su esposa Michelle Bolsonaro, de 43 años, podría convertirse en una figura clave del bolsonarismo en las presidenciales de 2026, aunque la ex primera dama afirma que la decisión depende de Dios y de su marido, en declaraciones a AFP.
Michelle, considerada la cara femenina y evangélica de la derecha brasileña, aparece junto a otros nombres del sector ultraconservador, como el gobernador de San Pablo, Tarcísio de Freitas, para reemplazar al ex mandatario en la carrera electoral. La ex primera dama también ha sido mencionada para vicepresidencia o senaduría, aunque asegura que aún es “temprano” para definir candidaturas.
Durante la conversación con AFP, Michelle subrayó que Bolsonaro seguirá siendo el líder principal de la derecha brasileña y cuestionó los intentos de “imponer indicaciones anticipadas de candidatos”.
Activa en el Partido Liberal y en redes sociales, Michelle Bolsonaro ha construido un perfil público como puente hacia el electorado femenino y sectores evangélicos, defendiendo valores conservadores y criticando lo que considera la desviación del feminismo moderno hacia la agenda woke.
Hija de un chofer de ómnibus y un ama de casa, Michelle conoció a Bolsonaro en 2007 y desde entonces ha mantenido un perfil cercano al ex presidente, participando en actos públicos y en la articulación política con iglesias evangélicas, denunciando asimismo lo que considera una “farsa judicial” contra su esposo.
La ex primera dama también ha cuestionado las sanciones impuestas por Estados Unidos a Brasil, afirmando que fueron consecuencia de violaciones a los derechos humanos por parte de autoridades brasileñas, y se mantiene como una figura influyente dentro del conservadurismo brasileño, con capacidad de movilización en redes y actos públicos.
