Lima, 13 oct.- El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, anunció este domingo su renuncia al cargo con el objetivo de postular a la Presidencia del Perú en las elecciones de 2026, representando al partido Renovación Popular, que él mismo lidera.
El político conservador, que asumió la alcaldía en 2023 con la promesa de cumplir su mandato de cuatro años, confirmó que presentará formalmente su dimisión este lunes, último día del plazo establecido para las autoridades que deseen participar en los próximos comicios nacionales.
“Lo he estado meditando mucho”, declaró López Aliaga durante su participación en el programa televisivo El valor de la verdad, donde reveló por primera vez su decisión de volver a competir por la Presidencia, tras su intento fallido en 2021, cuando quedó en el tercer lugar con el 11,75 % de los votos.
Según las más recientes encuestas, el líder de Renovación Popular figura en el primer lugar de intención de voto con un 10 %, en un escenario político fragmentado en el que alrededor del 50 % de los peruanos aún no ha decidido su voto o no se siente representado por ningún precandidato.
Empresario del sector turístico y con intereses en concesiones ferroviarias en el sur del país —incluyendo la ruta hacia Machu Picchu, principal destino turístico del Perú—, López Aliaga afirmó que “muy poca gente deja su zona de confort para dedicarse a la política”.
Su gestión municipal ha estado marcada por polémicas, entre ellas la compra de trenes desechados por la empresa estadounidense Caltrain para un proyecto ferroviario urbano que aún no cuenta con la infraestructura necesaria, lo que ha llevado a que los vagones permanezcan almacenados en un parque municipal sin uso.
Las elecciones generales de 2026 se perfilan como las más concurridas de la historia reciente del Perú, con la posible participación de hasta 37 candidatos presidenciales, tras años de inestabilidad política en los que el país ha tenido siete mandatarios desde 2016.
Además, estos comicios marcarán el retorno del sistema bicameral, por lo que los peruanos elegirán tanto a diputados para el Congreso como a senadores para el nuevo Senado, en un intento por reforzar la gobernabilidad institucional tras casi una década de crisis políticas recurrentes.








