París, 14 jul.– Con desfiles espectaculares, sobrevuelos de aviones de combate, un show de drones sobre la Torre Eiffel y fuegos artificiales en todo el país, Francia conmemoró este domingo el Día de la Bastilla, su fiesta nacional más importante, en un contexto geopolítico tenso y con un fuerte mensaje de reafirmación militar por parte del presidente Emmanuel Macron.
Más de 7.000 soldados, jinetes y vehículos blindados desfilaron por los Campos Elíseos de París ante la mirada del mandatario francés, quien también presidió la tradicional ceremonia bajo el Arco del Triunfo. El espectáculo concluyó con una coreografía aérea de cazas dejando estelas tricolores y un impresionante despliegue nocturno de luces y pirotecnia en la capital.
Espíritu revolucionario y advertencia global
El Día de la Bastilla conmemora el asalto popular a la prisión de la Bastilla el 14 de julio de 1789, punto de partida de la Revolución Francesa. En la actualidad, representa una mezcla de orgullo democrático, espíritu republicano y despliegue de poder militar.
Durante su intervención, Macron advirtió que “desde 1945, la libertad nunca ha estado tan amenazada”, en referencia directa a la guerra en Ucrania, el resurgimiento del riesgo nuclear, el terrorismo y los ciberataques. El presidente anunció un aumento de 6.500 millones de euros en gasto militar para los próximos dos años e instó a todos los sectores del Estado a movilizarse para proteger a Europa.
Invitado de honor: Indonesia
Este año, Indonesia fue el país invitado, con la presencia del presidente Prabowo Subianto, quien encabezó una delegación militar que incluyó 200 percusionistas tradicionales. Está previsto que durante su visita firme nuevos contratos de defensa para la compra de aviones franceses Rafale.
Tropas de Finlandia, Bélgica y Luxemburgo también participaron en el desfile, reflejando la dimensión cada vez más internacional del evento, en un gesto de unidad frente a los desafíos globales.
Reconocimientos y héroes civiles
Como parte de las celebraciones, el gobierno francés otorgó la Legión de Honor, su distinción más prestigiosa, a figuras destacadas como la activista Gisèle Pelicot, víctima de violencia sexual que logró la condena de una red criminal; la superviviente del Holocausto Yvette Levy; y el artista Pharrell Williams. También fue invitado especial Fousseynou Samba Cissé, un parisino que rescató a dos bebés de un incendio y recibió la llamada directa de Macron para asistir al desfile.
Seguridad extrema y celebración popular
Dadas las amenazas actuales, la seguridad fue excepcionalmente estricta en París, con controles y refuerzos policiales en todos los accesos al evento principal. Sin embargo, en todo el país, las celebraciones se desarrollaron con bailes de bomberos, ferias locales y reuniones familiares, recordando el legado revolucionario y el orgullo colectivo de una Francia que se resiste a perder su libertad en medio de un mundo en transformación.







