Valencia (España), 3 de noviembre.- Un clima de indignación recibió a los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada este viernes a Paiporta, epicentro de las devastadoras inundaciones que golpearon la provincia de Valencia. En medio de gritos de “fuera” y lanzamientos de barro, las autoridades fueron confrontadas por decenas de voluntarios y vecinos, quienes mostraron su descontento y frustración tras cinco días de intenso esfuerzo para sobrellevar la tragedia.
En la localidad valenciana, que se encuentra en la “zona cero” del temporal, las consecuencias del desastre natural han sido trágicas, con un saldo de al menos 62 personas fallecidas en Paiporta y un total de 213 víctimas mortales en toda la provincia, además de un número aún indeterminado de desaparecidos. La riada se ha convertido en el peor desastre natural en España en lo que va de siglo, dejando huellas de destrucción y una profunda sensación de desamparo en la comunidad.
A pesar del clima hostil, el rey Felipe, con el rostro y el abrigo manchados de barro, intentó dialogar y calmar a los vecinos y voluntarios que se acercaban a él, quienes, entre lágrimas y gritos, expresaban su desesperación. La reina Letizia también intercambió palabras con algunos de los afectados en medio de los gritos e insultos dirigidos a la comitiva oficial, en un intento por escuchar y mediar ante el sufrimiento colectivo.
Inicialmente, el equipo de seguridad desplegó paraguas para proteger a la comitiva de los proyectiles de barro. Sin embargo, poco después, optaron por cerrarlos, permitiendo que los reyes y Sánchez continuaran avanzando por las calles afectadas y conversando con los vecinos y voluntarios en pie de lucha. El presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, también estuvo presente en el recorrido, en el que las autoridades intentaron mostrar cercanía con las víctimas y expresar su apoyo ante la magnitud de la catástrofe.
