Bogotá, 2 de noviembre.- El icónico cantante británico Paul McCartney encendió este viernes la noche en Bogotá con un repertorio de clásicos de The Beatles, Wings y su carrera en solitario, durante una parada de su esperada gira ‘Got Back’. La presentación tuvo lugar en el estadio El Campín, donde más de 40,000 fanáticos, que esperaron 12 años para volver a verlo, se unieron en una celebración nostálgica que superó las bajas temperaturas.
Desde varias horas antes del concierto, una fila de fanáticos rodeó el estadio, que comenzó a llenarse rápidamente. Los asistentes, muchos de ellos portando banderas de Colombia, camisetas de The Beatles y hasta disfraces de la emblemática banda, generaron un ambiente festivo, complementado por un DJ que mezcló canciones de McCartney con ritmos de hip hop para amenizar la espera.
El show comenzó con una emocionante proyección de imágenes de The Beatles, preparando el ambiente para la llegada del artista. A los 30 minutos, McCartney apareció en el escenario, ejecutando las notas de ‘A Hard Day’s Night’ en su bajo, mientras los miles de presentes estallaron en vítores.
“Hola Colombia! Buenas noches, rolos,” saludó McCartney en un español fluido, mostrando su felicidad por regresar a la ciudad.
A lo largo de casi tres horas, el legendario músico alternó entre el bajo, la guitarra, el piano y el ukelele, destacando su versatilidad como artista. Con 82 años, su voz se mantuvo casi intacta, mientras que su energía y carisma cautivaron al público, que respondió con risas y aplausos a sus travesuras en el escenario.
La emotividad del concierto se intensificó con ‘My Valentine’, presentada con un video que mostraba a Johnny Depp y Natalie Portman, dedicada a su esposa Nancy, presente en la audiencia. Sin embargo, el momento más conmovedor llegó con ‘Let It Be’, que fue seguido de un espectacular show de fuegos artificiales durante ‘Live and Let Die’ y un coro unificado de ‘Hey Jude’, donde el público se unió al famoso “la-la-la-la”.
El tributo a sus compañeros de banda fue otro punto culminante del espectáculo. McCartney dedicó ‘Here Today’ a John Lennon, recordando a su “compadre” en un emotivo homenaje que iluminó el estadio con las linternas de los teléfonos móviles. También rindió tributo a George Harrison, tocando ‘Something’ con su ukelele, y sorprendió al público al proyectar a Lennon en una parte de ‘I’ve Got a Feeling’.
Para cerrar la noche, McCartney llenó el escenario de energía con ‘Golden Slumbers’, ‘Carry That Weight’ y ‘The End’, sellando una velada inolvidable repleta de la nostalgia de la beatlemania. A lo largo de su actuación, el ex Beatle hizo un recorrido por más de seis décadas de música, acompañado por una multitud entregada que cantó al unísono sus más grandes éxitos, recordando su última presentación en el mismo escenario en 2012.
