Barcelona, 8 de agosto.- El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, logró regresar a Cataluña y participar en un acto de bienvenida en el paseo Lluís Companys de Barcelona, después de siete años en el exilio. A pesar de contar con una orden de arresto en su contra, Puigdemont llegó al evento sin ser detenido, lo que generó gran expectación y agitación entre sus seguidores y medios de comunicación.
A las 8:57 de la mañana, Puigdemont apareció caminando por la calle Trafalgar, acompañado por el presidente del Parlament, Josep Rull. Se dirigió al escenario instalado frente al Arco de Triunfo, donde le esperaban unas 3.500 personas, entre simpatizantes, cargos electos y representantes de partidos y entidades independentistas, quienes lo recibieron con vítores y gritos de “Independencia”. La multitud aclamó al expresidente durante su breve discurso de cinco minutos.
En su intervención, Puigdemont enfatizó la resistencia y la persistencia del movimiento independentista. “Hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar”, afirmó, citando el famoso “ya estoy aquí” de Josep Tarradellas. Criticó la represión y la politización de la justicia en España, y defendió el derecho de autodeterminación de los pueblos. Rechazó las acusaciones en su contra y afirmó que el referéndum del 1 de octubre de 2017, que provocó una dura represión, no era un delito.
Desaparición y Reacciones
Después de su discurso, Puigdemont se dirigió hacia el Parlament acompañado por una comitiva de Junts. Sin embargo, en el trayecto, se perdió de vista, y fuentes policiales confirmaron que no ha sido detenido hasta el momento. La ausencia del expresidente en el pleno de investidura de Salvador Illa también fue notoria.
Puigdemont destacó que, a pesar de los esfuerzos por silenciar el movimiento independentista y las leyes de amnistía que, según él, no cumplen con su propósito, el movimiento sigue firme. “En un país donde las leyes de amnistía no amnistían no nos interesa estar. Tienen un problema de naturaleza democrática”, concluyó.
El regreso de Puigdemont y su acto en Barcelona han generado gran interés y debate en Cataluña, evidenciando la persistente tensión política y social en la región.
