Madrid, 19 julio.- La moda está atravesando una transformación radical gracias a la innovación tecnológica y el compromiso con la sostenibilidad. El enfoque de la industria ha evolucionado desde el consumismo desmedido hacia un modelo que prioriza la calidad, el respeto por el medioambiente y la funcionalidad inteligente.
La firma Sepiia, fundada en 2016 por el ingeniero Federico Sainz, es un ejemplo destacado de esta nueva dirección. Sepiia ha desarrollado tejidos avanzados que ofrecen múltiples beneficios: reducción de manchas, eliminación de olores y eliminación del planchado. Según Sainz, estas prendas no solo minimizan la necesidad de agua y energía para el lavado y planchado, sino que también cuentan con un efecto refrescante gracias a un tejido innovador con minerales que mantienen la frescura y controlan el sudor. Además, han creado ropa con partículas de biocerámica para reducir el estrés y de plata para prevenir el mal olor, asegurando una mayor durabilidad sin malos olores.
Uniqlo también está a la vanguardia con prendas que incorporan protección solar, diseñadas para brindar comodidad y seguridad durante las actividades al aire libre.
Por otro lado, Greener se centra en la sostenibilidad mediante la producción de ropa que limpia el aire. Utilizando materiales reciclados y tratados con un producto natural, sus prendas convierten gases de efecto invernadero y compuestos tóxicos en elementos inofensivos, imitando el proceso de fotosíntesis de las plantas. Estas prendas no solo son antimicrobianas, sino que también eliminan los malos olores de manera continua.
La firma Stingbye se especializa en la protección contra insectos. Su ropa está impregnada con un repelente eficaz contra mosquitos, piojos y otros parásitos, con una durabilidad de hasta cien lavados, gracias a su experiencia en el sector textil.
La integración de tecnología en la moda ha permitido el desarrollo de Pykrs, una empresa emergente que ha presentado la parka X-Treme. Esta chaqueta inteligente, ideal para viajeros urbanos y ciclistas, incorpora tecnología electroluminiscente para mejorar la visibilidad, elementos calefactores de fibra de carbono y un sistema de detección de caídas con GPS. Los usuarios pueden controlar sus funciones a través de una aplicación móvil o un control remoto.
Además, el mercado ofrece prendas interactivas que cambian de color según el estado de ánimo, reproducen música con un toque o monitorizan la frecuencia cardíaca y el consumo de calorías. También hay ropa adaptable a los cambios climáticos, como abrigos que se calientan con el descenso de la temperatura o chaquetas que se ventilan en días calurosos.
Este nuevo paradigma en la moda no solo mejora la funcionalidad de las prendas, sino que también promueve un futuro más sostenible y consciente del medioambiente.
