Toronto, Canadá, 5 de julio. — Más de 9,000 empleados de las licorerías de Ontario gestionadas por la LCBO (Liquor Control Board of Ontario) iniciaron una huelga después de que las negociaciones entre su sindicato, el Sindicato de Empleados del Servicio Público de Ontario (OPSEU), y la administración fracasaran. El sindicato ha culpado directamente al primer ministro de Ontario, Doug Ford, por la situación, marcando el comienzo de lo que han denominado el “verano seco de Ford”.
La disputa se centra en varias demandas clave de los trabajadores, incluyendo incrementos salariales, más puestos de trabajo a tiempo completo y cláusulas en el convenio colectivo que protejan los empleos existentes y aseguren el futuro de la LCBO. El sindicato ha destacado que el 70% de la fuerza laboral de la LCBO está compuesta por empleados a tiempo parcial, lo que subraya la necesidad de cambios estructurales.
Colleen MacLeod, presidenta del equipo de negociación del sindicato, expresó en una conferencia de prensa que los trabajadores están preparados para hacer historia con esta huelga. En respuesta, la LCBO ha anunciado que todas sus tiendas minoristas permanecerán cerradas durante dos semanas, aunque su sitio web y la aplicación móvil seguirán aceptando pedidos con entrega a domicilio gratuita.
Por su parte, la oficina del Ministro de Finanzas de Ontario, Peter Bethlenfalvy, ha expresado decepción porque el sindicato abandonó la mesa de negociaciones antes de la fecha límite. El ministro ha instado a OPSEU a regresar y trabajar hacia un acuerdo que beneficie a los consumidores y productores de Ontario.
La controversia también ha tocado el tema de la privatización de las ventas de alcohol. Según MacLeod, el gobierno de Ford está utilizando fondos públicos para acelerar la privatización y beneficiar a grandes cadenas de supermercados y tiendas de conveniencia, lo que podría resultar en la pérdida de miles de empleos y millones de dólares en ingresos públicos.
La líder del NDP de Ontario, Marit Stiles, ha criticado al gobierno provincial por no hacer lo suficiente para evitar la huelga, señalando que deberían haber permanecido en las negociaciones hasta más tarde para alcanzar un acuerdo que respete a los trabajadores y asegure el acceso a los servicios de la LCBO.
Esta huelga es histórica, siendo la primera en la historia de la LCBO, y podría limitar significativamente la disponibilidad de ciertos tipos de alcohol en la provincia, afectando no solo a los consumidores sino también a los restaurantes y bares que dependen de esta entidad para su suministro.
