Jerusalén, 4 julio.- En una serie de manifestaciones que recorrieron varias ciudades israelíes, incluyendo Jerusalén y Tel Aviv, miles de personas se expresaron en contra de las acciones del Gobierno de Benjamín Netanyahu. Los manifestantes, guiados por el movimiento Banderas Negras, acusan al primer ministro de “sabotear el acuerdo de rehenes, abandonar el norte y hacer caer a Israel en el abismo”.
En Jerusalén, la protesta culminó frente a la residencia de Netanyahu, mientras que en Tel Aviv, la manifestación se centró cerca del Ministerio de Defensa. Los protestantes portaban pancartas con lemas como “Se nos acaba el tiempo: ¡hay un acuerdo sobre la mesa!” y “Netanyahu pone en peligro la seguridad de Israel”, reflejando la urgencia y la crítica hacia la gestión del conflicto con Hamás y la situación de los rehenes en Gaza.
Según los organizadores, el propósito de estas manifestaciones es presionar al Gobierno para que llegue a un acuerdo con Hamás que asegure el retorno de los 120 rehenes aún en Gaza, incluidos los 116 secuestrados durante los ataques islamistas del 7 de octubre.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, comunicó a las familias de los rehenes que las negociaciones están en un punto crítico, declarando que “estamos más cerca que nunca” de alcanzar un acuerdo. Este comentario surge en un momento en que Netanyahu se prepara para discutir una propuesta de Hamás que podría incluir un alto el fuego e intercambio de rehenes.
Además de exigir un acuerdo para los rehenes, los manifestantes demandan elecciones anticipadas y el retorno seguro de los miles de evacuados israelíes que actualmente residen temporalmente en hoteles y otros alojamientos debido a las hostilidades recientes.
Las protestas de hoy buscan poner en relieve estas demandas, instando al Gobierno a tomar medidas inmediatas para resolver tanto la crisis de los rehenes como los desafíos internos que enfrenta el país.
