Toronto, 20 de junio.- La actual ola de calor en el sur de Quebec, el centro y sur de Ontario, así como en varias provincias atlánticas, continúa elevando las temperaturas a niveles extremos. Según el Departamento de Medio Ambiente de Canadá, se han registrado temperaturas máximas de 30 a 35 grados centígrados, que, con el índice de humedad, sienten como si superaran los 40 grados Celsius.
Jennifer Smith, meteoróloga del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, comentó en una rueda de prensa que “raramente se ha visto una ola de calor tan intensa a principios de junio”. La situación es comparada con las peores olas de calor que normalmente ocurren en los meses de julio y agosto.
El clima húmedo y las elevadas temperaturas nocturnas hacen que esta semana sea particularmente desafiante. Smith enfatizó que la gente no puede encontrar alivio durante períodos prolongados. Se espera que el calor extremo persista hasta el 21 de junio, con temperaturas nocturnas que se mantienen por encima de los 20 grados.
Ante esta emergencia climática, las autoridades de salud han emitido recomendaciones para la población, instando a mantenerse hidratados, limitar las actividades al aire libre y buscar refugio en espacios con aire acondicionado.
Las ciudades de Toronto y Ottawa han extendido el horario de algunas piscinas al aire libre, y en Montreal, los edificios públicos, incluidas las bibliotecas y centros culturales, permanecerán abiertos más tiempo de lo habitual para ofrecer refugio del calor.
Este episodio de calor está marcando récords y podría romper más récords antes de que termine, con Montreal acercándose a su máxima histórica de 35 grados establecida en 1964.
La situación es tan crítica que incluso se ha reportado un corte de energía en Pointe-Claire, que afectó especialmente a una residencia para adultos mayores, exacerbando los riesgos asociados con el calor extremo.
Esta ola de calor se presenta en un contexto de preocupación creciente por el cambio climático, y los expertos advierten que estos eventos extremos se volverán más frecuentes y severos en el futuro. Las autoridades continúan monitoreando la situación y están preparadas para tomar medidas adicionales si es necesario para proteger a la población vulnerable.
