Brasil-Argentina y Chile-Perú, semis de Copa América que se juegan con el Maracaná entre ceja y ceja

BELO HORIZONTE, Brasil (Reuters) - Tener a los dos gigantes de la región jugando entre sí y al bicampeón continental buscando una nueva final puede ser el sueño de cualquier organizador de una Copa América, y en el caso de Brasil esto se cumplirá esta semana, cuando el local se mida a Argentina y Chile a Perú por las semifinales del torneo.

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La “verdeamarela” y la “albiceleste” se encontrarán cara a cara el martes en el estadio Mineirao de Belo Horizonte con el arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano. Con la presencia estelar en campo de Lionel Messi, solo la ausencia del lesionado Neymar le quita algo de brillo al mayor clásico de Sudamérica.

La otra semifinal también se las trae: Chile buscará alcanzar su tercera final consecutiva de Copa América el miércoles en Porto Alegre, donde se medirá con Perú, el equipo sorpresa entre los cuatro que llegaron más lejos en el torneo. El colombiano Wilmar Roldán impartirá justicia en el estadio Arena do Gremio.

La mejor noticia para el DT Tite es que Casemiro ya purgó su suspensión. Con él como “5”, su equipo se ordena. Richarlison dejó atrás sus paperas y será alternativa en el banco, mientras que Fernandinho y Filipe Luís todavía son duda.

Pero la principal incertidumbre en Brasil pasa por cierta carencia de poder de fuego de sus atacantes, sobre todo en el área. En dos partidos de esta Copa el “Scratch” no pudo vulnerar el arco rival. En contraposición, en ocho partidos disputados en 2019 solo le convirtieron una vez: en la retaguardia es sólido, a partir del gran momento del arquero Alisson.

Otra pregunta tiene que ver con el manejo de la presión: en caso de que la “verdeamarela” tarde en marcar, o Argentina pase al frente en el marcador, la localía –e incluso el recuerdo aún fresco de la humillante derrota 7-1 a manos de Alemania en el mismo escenario en el Mundial 2014-, se le podría volver en contra al conjunto de Tite.

Argentina, por su parte, se reconvirtió a partir de las últimas modificaciones en la alineación. Frente a Venezuela dieron resultados el ingreso de Marcos Acuña como carrilero izquierdo y la apuesta por tres delanteros desde el comienzo: Lionel Messi, Sergio Agüero y Lautaro Martínez.

La gran pregunta es si el DT argentino se animará a mantener al tridente de ataque o buscará reforzar el medio o incluso la defensa. Está claro que el poderío de Brasil es superior al de Qatar o Venezuela y que Argentina tiende a desequilibrarse cuando pierde la posesión de la pelota.

Hay otro interrogante, crucial: el Mineirao, donde Messi hace cinco años rescató a su equipo ante Irán con un golazo sobre la hora, será el escenario en que el astro del Barcelona se vuelva a parecer al “monstruo” del fútbol que tiene deslumbrada a toda una generación de niños brasileños. Hasta ahora, su Copa América ha sido opaca.

En tanto, Chile buscará aprovechar su momento en un torneo en el que sus jugadores se sienten muy cómodos. El actual bicampeón se sacudió el polvo del fracaso de quedarse fuera de Rusia 2018 y de la mano del colombiano Reinaldo Rueda sueña con dar otro batacazo en Brasil.

En el campamento de la “Roja” reina la ilusión. Y tiene con qué: la base de los títulos anteriores sigue vigente, y el recambio también da señales positivas. Además, aquellos que quedaron con sobrecargas musculares tras la victoria sobre Colombia por penales en cuartos –Eduardo Vargas, Gabriel Arias y Mauricio Isla- estarían a disposición para el miércoles.

Perú, que dio la nota al eliminar a Uruguay por penales en cuartos, se medirá con Chile sabiendo que llegó más lejos de lo que cualquier hincha pensaba tras el 0-5 con Brasil en el cierre de la fase de grupos. Sin embargo, el DT Ricardo Gareca –ídolo desde la obtención del boleto a Rusia 2018- es un ganador nato que no se conformará con jugar el partido por el tercer puesto.

Es probable que el “Tigre” repita formación, aunque es consciente de que su equipo precisa más agresividad en ofensiva. Sobre todo, porque para llegar a los penales esta vez habrá que salir indemne de 120 minutos de juego, algo que no ocurrió en la instancia previa. Además, no da para confiarse: Chile ha ganado todas sus definiciones desde el punto del penal desde 2015.

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