Sao Paulo, 23 de octubre de 2025. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó oficialmente este jueves que buscará la reelección en 2026, con el objetivo de obtener un cuarto mandato no consecutivo, una decisión que promete sacudir el panorama político del país sudamericano.

Tengo 80 años, pero pueden estar seguros de que tengo la misma energía que cuando tenía 30. Y voy a postularme para un cuarto mandato en Brasil”, declaró Lula a los periodistas durante su visita oficial a Indonesia, donde se reunió con el presidente Prabowo Subianto.

El mandatario brasileño se encuentra en una gira diplomática por Asia, que también incluye Malasia, donde participará en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Según reportes de medios brasileños, Lula se reunirá con el presidente estadounidense Donald Trump el domingo, para abordar el arancel del 50 % impuesto por Washington a las exportaciones brasileñas, un tema que ha tensado las relaciones bilaterales en las últimas semanas.

Un regreso que rompe promesas y reconfigura la política brasileña

Aunque la Constitución de Brasil limita a los presidentes a dos mandatos consecutivos, Lula —quien regresó al poder en 2023 tras 13 años fuera del cargo— sigue siendo elegible para postularse nuevamente, ya que su actual administración no es consecutiva con sus primeros dos mandatos (2003-2010).

Antes de vencer a Jair Bolsonaro en 2022, Lula había afirmado que esa sería su última campaña, citando su edad y la necesidad de renovación política. Sin embargo, desde comienzos de 2023, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) comenzó a insinuar la posibilidad de volver a presentarse, justificando que su decisión dependería del contexto político y de su estado de salud.

Figura histórica de la izquierda latinoamericana, Lula es el presidente con más tiempo en el poder desde la restauración democrática en Brasil hace cuatro décadas. A pesar de su avanzada edad y de los problemas de salud —incluyendo una cirugía de emergencia por una hemorragia cerebral el año pasado—, el mandatario insiste en que se mantiene “fuerte y activo”, compartiendo frecuentemente videos de sus rutinas de ejercicio en redes sociales.

Escenario electoral y tensiones con Estados Unidos

Las últimas encuestas nacionales colocan a Lula como favorito para las elecciones de 2026, aunque enfrenta una alta tasa de desaprobación, cercana al 50 %. No obstante, su popularidad ha experimentado un repunte desde que el presidente Donald Trump impuso duros aranceles comerciales a Brasil, lo que Lula ha aprovechado políticamente al presentarse como defensor de la soberanía económica nacional.

Su antiguo rival, Jair Bolsonaro, se encuentra inhabilitado políticamente y condenado a 27 años de prisión por intentar un golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022. Analistas coinciden en que la oposición carece actualmente de un líder sólido, aunque podría surgir un nuevo contendiente respaldado por el bolsonarismo antes de los comicios.

Con este anuncio, Lula reabre el debate sobre el liderazgo progresista en América Latina, en un contexto de tensiones diplomáticas con Estados Unidos y de creciente polarización interna.

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