WASHINGTON, 22 oct.— El Ejército de Estados Unidos lanzó un nuevo ataque contra una embarcación presuntamente vinculada al narcotráfico en el océano Pacífico oriental, frente a las costas de Colombia, en lo que representa una expansión de sus operaciones militares destinadas a frenar el tráfico de drogas hacia Norteamérica, informaron este miércoles medios estadounidenses.
Según reportó The New York Times, el operativo tuvo lugar durante la noche del martes y dejó al menos dos o tres personas muertas que se encontraban a bordo del navío. Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, confirmó que el barco fue “neutralizado” tras ser identificado como parte de una red de contrabando marítimo.
Aunque el Pentágono no ha emitido aún un comunicado oficial, fuentes del Comando Sur (SouthCom) indicaron que la acción forma parte de una campaña de interdicción marítima en coordinación con autoridades colombianas, enfocada en interceptar embarcaciones rápidas y semisumergibles utilizadas por los carteles para transportar cocaína hacia Centroamérica y México.
El ataque ocurre días después de otra operación estadounidense en el Caribe, en la que también resultó destruido un barco sospechoso de narcotráfico cerca de las costas de Venezuela, lo que evidencia una mayor presencia militar de Washington en las rutas del narcotráfico latinoamericano.
Expertos en seguridad regional señalan que esta ofensiva marca un cambio de estrategia en la política antidrogas de Estados Unidos, con un enfoque “más agresivo” para desmantelar las redes criminales antes de que las cargas lleguen a aguas internacionales.
“Estamos viendo un patrón de operaciones cinéticas preventivas que buscan cortar la cadena logística del narcotráfico desde su origen”, explicó un analista del Instituto de Estudios Estratégicos de Washington.
De acuerdo con datos del Departamento de Defensa, más del 80 % de la cocaína que llega a Estados Unidos pasa por rutas marítimas, muchas de ellas frente a las costas de Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela.
Hasta el momento, ni el Gobierno de Colombia ni el Ministerio de Defensa han ofrecido declaraciones sobre la intervención, aunque fuentes locales confirmaron que las autoridades navales colombianas fueron notificadas posteriormente al ataque.








