La Paz, 22 Oct.- El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, aseguró que el modelo económico que impulsará, denominado “Capitalismo para todos”, representa “todo lo contrario al socialismo del siglo XXI” promovido por Evo Morales durante su gestión. En una entrevista con EFE, el líder centrista enfatizó que su prioridad será reconstruir la economía del país y garantizar la independencia de la justicia.
Paz respondió a las declaraciones recientes de Morales, quien atribuyó su victoria al llamado “voto evista”. “Lo que le preocupa a Bolivia es el futuro, no Evo, ni 20 años de despilfarro de 60.000 millones de dólares y una deuda de 40.000 millones. Él es partícipe y culpable de eso”, afirmó el mandatario electo.
El nuevo presidente, que ganó la segunda vuelta con el 54,61 % de los votos frente al 45,39 % del exmandatario Jorge “Tuto” Quiroga, aseguró que su administración realizará un diagnóstico profundo de la situación económica y presentará públicamente los resultados. “Cuando tengamos información fehaciente, explicaremos cuál es la realidad del país y el camino a seguir”, adelantó.
Garantías judiciales y ruptura con el pasado
Respecto a los procesos judiciales que enfrenta Morales, Paz garantizó la plena independencia del Poder Judicial. “Le daremos todo el respaldo a la justicia para que se aplique la ley, sea Evo, Juan o José. Aquí no habrá diferencia”, subrayó. Recordó que durante su gestión como alcalde de Tarija (2015-2020), fue objeto de 21 procesos judiciales impulsados por los gobiernos de Morales y Arce.
Un plan económico para “ordenar la casa”
Paz asumirá el poder el 8 de noviembre con un país en crisis, marcado por la escasez de dólares, combustibles y el alza de precios. Propuso medidas inmediatas para estabilizar la economía, entre ellas garantizar el suministro energético y eliminar el “despilfarro estatal”.
Su programa de “Capitalismo para todos” contempla créditos baratos para emprendedores, reducción de impuestos y aranceles a la importación tecnológica, y una reforma estructural que destine el 50 % del presupuesto nacional a los nueve departamentos del país. “La economía debe construirse desde las regiones, no desde el centralismo”, afirmó.
El líder del Partido Demócrata Cristiano (PDC) concluyó que Bolivia “ha dado un giro de 180 grados” y que su gestión buscará reemplazar el asistencialismo por oportunidades reales de desarrollo económico.








