BOGOTÁ, 7 agosto.– “Uribe amigo, el pueblo está contigo”, coreaban este jueves miles de manifestantes en el centro de Bogotá para respaldar al expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, condenado recientemente a 12 años de prisión domiciliaria por un tribunal de primera instancia, en un fallo sin precedentes contra un exmandatario en Colombia.

La jueza Sandra Heredia halló culpable a Uribe de instigar a la manipulación de testigos, al presuntamente inducir a un abogado para que ofreciera dinero o beneficios judiciales a exparamilitares con el objetivo de obtener declaraciones favorables. No obstante, fue absuelto en el cargo relacionado con el soborno de una exfiscal condenada por corrupción.

“Me parece una injusticia la actitud de la jueza ante el proceso de Uribe, él es inocente”, expresó Rosa Galvis, de 57 años, quien sostenía un cartel con la frase “Quieren acallar a la oposición y no lo lograrán”.

Uribe, presidente entre 2002 y 2010, sigue siendo una figura influyente en la política colombiana, con férreos defensores que valoran su política de mano dura contra las FARC y críticos que lo acusan de haber tolerado violaciones a los derechos humanos durante su mandato. Actualmente es uno de los principales opositores del presidente Gustavo Petro, a quien acusa de encabezar un proyecto de “mordaza neocomunista”.

En un video publicado en la red social X (antes Twitter), Uribe informó que se presentó ante un juzgado para formalizar su arresto domiciliario en una hacienda de su propiedad. “Con la identificación de preso, continuaré y aumentaré la lucha para que Colombia en el 2026 derrote la naciente mordaza neo comunista, porque si se consolida acabará con la nación”, escribió.

La movilización fue convocada por el partido Centro Democrático, fundado por el propio Uribe, que calificó la sentencia como una persecución política. Además de la marcha en Bogotá, se registraron manifestaciones en España, Estados Unidos y Canadá.

En la capital colombiana, la protesta estuvo liderada por reservistas del ejército con los rostros pintados de camuflaje y consignas como “¡Fuera Petro!”. “Tenemos que mostrarle fuerza a Gustavo Petro, que el pueblo real está acá. No es sólo Uribe, es Colombia”, declaró el mayor retirado Jorge Enrique Castillo.

Al llegar a la Plaza de Bolívar, donde se ubican el Congreso y las altas cortes, un grupo de asistentes se reunió a orar por la libertad del expresidente. “La jueza no ha sido imparcial. Mientras Uribe va a prisión, los guerrilleros llegan al Congreso sin pagar cárcel”, denunció Santiago Bustamante, militante del Centro Democrático.

Ante el revuelo nacional, la Corporación de Jueces y Magistrados de Colombia pidió respeto por la labor de la jueza y solicitó garantizar su seguridad en medio de la presión pública. Antes de emitir el fallo, Heredia declaró: “La justicia no se arrodilla ante el poder”.

La defensa de Uribe presentó un recurso de habeas corpus para que se le permitiera permanecer en libertad mientras se resuelve la apelación, pero la petición fue rechazada. Se espera que el Tribunal Superior de Bogotá se pronuncie sobre el caso antes de octubre, cuando la causa podría prescribir. Posteriormente, el fallo podría ser elevado a la Corte Suprema de Justicia.

El proceso judicial comenzó en 2012, cuando Uribe denunció por difamación al senador izquierdista Iván Cepeda, acusándolo de manipular testigos en cárceles para vincularlo con grupos paramilitares. Sin embargo, en 2018 la Corte Suprema archivó la causa contra Cepeda y abrió una investigación contra Uribe, marcando el inicio de uno de los casos más explosivos en la historia política y judicial de Colombia.

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