Madrid, 28 julio – El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ofrecerán este lunes un balance del convulso curso político, que finaliza en medio de investigaciones judiciales por presunta corrupción y la reciente dimisión de la diputada popular Noelia Núñez, tras revelarse que falseó su currículum.

Esta será la última semana de actividad política significativa antes del receso veraniego de agosto.

Sánchez presenta su informe «Cumpliendo»

Desde el Palacio de La Moncloa, Sánchez comparecerá en rueda de prensa para presentar el informe “Cumpliendo”, que detalla el nivel de cumplimiento de los compromisos del Ejecutivo. Según adelantó durante su reciente gira por Chile, Uruguay y Paraguay, el 45 % de los objetivos del mandato ya se han cumplido, y el Gobierno ha logrado aprobar el 86 % de las votaciones en el Congreso.

Aunque ha sufrido derrotas importantes —como la derogación del decreto ley para reforzar el sistema eléctrico tras un apagón—, Sánchez asegura estar “fuerte” y decidido a completar la legislatura. Destaca los avances económicos y sociales, aunque sigue sin conseguir aprobar unos nuevos presupuestos generales. Aún no se sabe si intentará presentar los correspondientes a 2026 después del verano.

Feijóo cierra filas tras escándalos internos

Por su parte, Núñez Feijóo comparecerá desde la sede nacional del PP a las 12:00 horas para hacer su propio balance político. Su intervención se produce días después de la dimisión de Noelia Núñez, una de las figuras jóvenes del partido, tras admitir haber mentido sobre su formación académica en el Congreso.

Feijóo también lidia con la investigación al exministro de Hacienda Cristóbal Montoro, lo que complica su estrategia de desgaste al Gobierno. Aunque el caso de Santos Cerdán, dirigente del PSOE imputado en el marco del escándalo del ‘caso Koldo’, ha puesto a Sánchez contra las cuerdas, ninguno de sus socios parlamentarios ha mostrado disposición a apoyar una moción de censura.

Una legislatura al límite

Mientras el presidente insiste en la resiliencia de su Gobierno, Feijóo cree que la legislatura está “agonizando”. Ambos líderes llegan al cierre del curso envueltos en controversias internas y presiones externas, sin que se vislumbre un acuerdo presupuestario ni un escenario de estabilidad.

El regreso político tras el verano estará marcado por los procesos judiciales abiertos, el desgaste de imagen en ambas bancadas y la cercanía de las elecciones gallegas y vascas, que podrían redefinir el equilibrio de fuerzas.

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