Trump anuncia aranceles de hasta el 50% al cobre importado y apunta a Canadá como segundo mayor exportador

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WASHINGTON, 8 julio (Hispanic Post).– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes una nueva escalada en su política comercial internacional al imponer aranceles al cobre de hasta un 50 %, medida que afectaría directamente a Canadá, segundo mayor proveedor de este metal al país norteamericano.

“Hoy estamos trabajando en el cobre”, declaró Trump durante una reunión con su gabinete en la Casa Blanca, sugiriendo que la tarifa alcanzará el 50 %, aunque en declaraciones anteriores había mencionado un 25 %. No especificó la fecha exacta de entrada en vigor.

La decisión se enmarca en una investigación abierta en febrero por el Departamento de Comercio para determinar si las importaciones de cobre suponen un riesgo para la seguridad nacional. Esta es la misma justificación legal que se usó para imponer aranceles previos al acero y al aluminio durante su primer mandato.

Impacto en sectores clave

El cobre es un material esencial en sectores estratégicos como la fabricación de vehículos eléctricos, la industria electrónica y el desarrollo de infraestructuras de telecomunicaciones. Un aumento significativo de los aranceles podría repercutir en los precios de una amplia gama de productos tecnológicos y energéticos en EE.UU., además de aumentar las tensiones con países aliados como Canadá.

Golpe a Canadá

Canadá, que exporta grandes volúmenes de cobre refinado y en bruto a EE.UU., se vería duramente afectado por la medida. En 2023, el país fue el segundo mayor proveedor de cobre a EE.UU., por detrás de Chile. La decisión podría tener consecuencias en las relaciones comerciales bilaterales, en especial después de que Trump ya impusiera aranceles al acero, aluminio y automóviles canadienses en años anteriores.

Nuevas notificaciones a países afectados

Según fuentes oficiales, el lunes Trump notificó formalmente a 14 países la imposición de nuevos aranceles a partir del 1 de agosto, utilizando el principio de «reciprocidad», aunque varios gobiernos ya han calificado estas tarifas como arbitrarias y proteccionistas.

La medida ha generado preocupación tanto en círculos diplomáticos como industriales. Expertos advierten que el aumento de los aranceles al cobre podría desatar represalias comerciales y perturbar aún más las cadenas de suministro globales.


Mientras Trump refuerza su narrativa de defensa industrial, esta nueva ofensiva comercial podría intensificar las fricciones con algunos de los socios comerciales más importantes de Estados Unidos, justo en un momento de creciente dependencia de minerales críticos para la transición energética.

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