El presidente del Gobierno admite haber confiado en personas que no lo merecían durante el Comité Federal del PSOE

MADRID, 5 julio.- En un discurso cargado de autocrítica y determinación, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pidió perdón a los militantes socialistas por haber depositado su confianza en personas que «no la merecían» y anunció un paquete de 13 medidas para combatir la corrupción interna, durante el Comité Federal celebrado este sábado en la sede de Ferraz.

El líder socialista, recibido en pie por los asistentes con un cerrado aplauso, asumió la responsabilidad del momento difícil que atraviesa su partido y prometió que el PSOE «derrotará la corrupción» tanto interna como externa, en una intervención que marcó un punto de inflexión en la gestión de la crisis que sacude a la organización.

«El capitán no se desentiende»

Con una metáfora náutica que resonó en el auditorio, Sánchez se definió como el «capitán del barco» que no abandona durante la tormenta. «Vosotros y vosotras me elegísteis como capitán de este barco. Y el capitán no se desentiende cuando viene mala mar, se queda a capear el temporal, a salvar el mundo y a ganar», proclamó ante los miembros del Comité Federal.

La intervención presidencial llegó en un momento especialmente delicado para el partido, marcado por la renuncia de Francisco Salazar a sus funciones en la Comisión Ejecutiva Federal tras las denuncias de acoso publicadas por elDiario.es, un caso que ejemplifica la crisis de confianza que enfrenta la organización.

Diferenciación con el PP

Sánchez aprovechó su discurso para establecer una clara diferenciación con el Partido Popular, insistiendo en que los socialistas «no hacen la vista gorda» ante la corrupción. «El PSOE está hecho de gente buena, de gente honrada, de gente trabajadora, de gente humilde que jamás metería la mano en la caja», recalcó, en un mensaje dirigido tanto a sus militantes como a la opinión pública.

El presidente también arremetió contra la «agenda reaccionaria» del PP y su búsqueda de una «coalición ultraderechista» junto a Vox, enmarcando la crisis interna del PSOE en un contexto político más amplio.

Un plan integral de regeneración

El núcleo de la intervención de Sánchez fue la presentación de 13 medidas adicionales para prevenir y castigar la corrupción, organizadas en tres ejes estratégicos que buscan transformar la cultura organizacional del partido.

Primer eje: Fortalecimiento de controles internos

El primer bloque de medidas se centra en crear «mecanismos de control cruzado» mediante la implementación de cargos más colegiados y el establecimiento de la doble firma para documentos clave. Estas reformas buscan evitar la concentración de poder en individuos específicos y crear sistemas de verificación múltiple.

Además, se propone una nueva regulación de los plazos máximos para la resolución de expedientes informativos y disciplinarios en casos de corrupción, manteniendo las garantías procesales pero acelerando los tiempos de respuesta.

Segundo eje: Transparencia radical

El segundo eje representa una apuesta por la transparencia total, comenzando por la modificación del artículo de los estatutos del partido relacionado con la declaración de bienes y actividades. Las nuevas normas establecerán que estas declaraciones se presenten ante las comisiones de ética y garantías regionales, que las remitirán a la organización federal.

Una innovación significativa será la capacidad de estas comisiones para «requerir información sobre la situación patrimonial actualizada, incluso de forma aleatoria» entre los cargos del partido, no solo cuando existan indicios de actividad ilícita.

El portal de transparencia del PSOE será actualizado antes de finalizar el año para incluir convenios, subvenciones, ayudas y retribuciones anuales de todos los cargos del partido, estableciendo un nuevo estándar de rendición de cuentas.

Tercer eje: Gobernanza mejorada

El tercer bloque se enfoca en mejorar la gobernanza partidaria mediante la implementación de un protocolo antifraude y anticorrupción, siguiendo el modelo ya aplicado por el PSC catalán. Este protocolo incorporará «nuevas formas de control, como los informes de cumplimiento de las obligaciones tributarias».

La Comisión Federal de Ética y Garantías será reforzada significativamente, recibiendo copia de todos los escritos del canal de denuncias y adquiriendo la capacidad de actuar de oficio cuando considere que un asunto presenta indicios suficientes.

Canal de denuncias reforzado

Una de las medidas más destacadas es la inclusión del canal de denuncias en el Código Ético, con «carácter anónimo y seguro» para brindar «protección económica y psicológica» a los denunciantes. Sánchez animó específicamente a las militantes a denunciar casos de acoso sexual utilizando estos canales internos.

Renovación del liderazgo

El Comité Federal también sirvió para anunciar cambios en la cúpula del partido. Rebeca Torró, hasta ahora secretaria de Estado de Industria, asumirá como nueva número tres del partido, mientras que Montse Mínguez ocupará la portavocía, con Enma López como adjunta. Sánchez también recuperó a Antonio Hernando para la ejecutiva del PSOE.

Apoyo territorial

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, expresó su respaldo a Sánchez al llegar al Comité Federal, señalando que el legado del presidente «es muy positivo y no se puede paralizar», y que los socialistas catalanes acuden «para dar todo el apoyo».

Posicionamiento internacional

En una declaración que generó especial atención, Sánchez denunció que las acciones de Israel en Cisjordania y Gaza «solo tienen un nombre y es genocidio», marcando una posición clara en el conflicto del Medio Oriente.

Elogios a María Jesús Montero

El presidente aprovechó su intervención para elogiar la «dedicación», «solvencia política» y «rigor técnico» de la vicepresidenta María Jesús Montero, candidata socialista en Andalucía, expresando su seguridad de que será la próxima presidenta de la Junta.

Un llamamiento a la unidad

Sánchez concluyó su discurso con un llamamiento a todos los socialistas a mirar adelante «con la cabeza alta» y reiteró su «compromiso total contra la corrupción», en un mensaje que buscó transformar la crisis actual en una oportunidad de regeneración y fortalecimiento institucional.

El reto de la implementación

Las medidas anunciadas representan el plan más ambicioso de regeneración interna en la historia reciente del PSOE, pero su éxito dependerá de la capacidad de implementación y del grado de aceptación por parte de la militancia y los cuadros dirigentes.

Con este paquete de reformas, Sánchez busca no solo superar la crisis actual, sino establecer un nuevo paradigma de transparencia y accountability que diferencie al PSOE de sus competidores políticos y restaure la confianza de los ciudadanos en la organización.

La prueba definitiva de estas medidas será su aplicación práctica en los próximos meses, mientras el partido enfrenta el desafío de demostrar que la regeneración prometida trasciende las palabras para convertirse en una transformación real de su cultura organizacional.

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