MONTREAL, 5 julio.- El mundo legal quebequense se sacudió esta semana con la decisión del Colegio de Abogados de Quebec de suspender provisionalmente la licencia profesional de Leonardo Rizzuto, heredero de uno de los apellidos más temidos del crimen organizado canadiense y una de las 11 personas arrestadas el mes pasado en una operación policial de gran envergadura.
La suspensión, que entró en vigor el 2 de julio, marca un momento histórico en la lucha contra el crimen organizado en la provincia, al involucrar a un miembro del sistema judicial que presuntamente operaba desde ambos lados de la ley.
El peso de un apellido legendario
Leonardo Rizzuto, de 56 años, carga con el peso de ser hijo del difunto Vito Rizzuto, quien durante décadas fue considerado el jefe indiscutible del crimen organizado en Montreal y una de las figuras más influyentes de la mafia en América del Norte. La familia Rizzuto ha sido durante generaciones sinónimo de poder y control en los círculos criminales canadienses.
Ahora, el hijo del legendario capo enfrenta cargos de asesinato en primer grado por el homicidio en 2011 de Lorenzo Lopresti, presunto miembro de la mafia montrealesa, en un caso que promete revelar los entresijos de las guerras internas que han marcado el panorama criminal de la ciudad.
Una operación de gran alcance
La detención de Rizzuto forma parte de una operación policial conjunta ejecutada el mes pasado por las fuerzas policiales de Montreal y la provincia de Quebec, que resultó en el arresto de 11 hombres de entre 27 y 57 años. Según las autoridades, los detenidos mantienen vínculos con las tres principales organizaciones criminales que operan en la región: la mafia tradicional, los Hells Angels y diversas pandillas callejeras.
La investigación, que se extendió durante años, reveló presuntos vínculos de los sospechosos con múltiples asesinatos e intentos de homicidio ocurridos entre 2011 y 2021, un período que coincide con una intensa lucha por el control territorial tras la muerte de Vito Rizzuto en 2013.
Doble vida profesional
Los registros del Colegio de Abogados indican que Leonardo Rizzuto obtuvo su licencia profesional en 1999 y ejerció la abogacía en Montreal y Laval durante más de dos décadas. Esta dualidad entre su vida profesional legítima y sus presuntos vínculos criminales plantea interrogantes sobre cómo logró mantener su estatus legal mientras supuestamente participaba en actividades delictivas.
La suspensión provisional de su licencia representa un paso sin precedentes del Colegio de Abogados, que tradicionalmente ha mantenido un perfil discreto en casos que involucran a sus miembros con el crimen organizado.
El legado de los Rizzuto
La familia Rizzuto ha dominado el panorama criminal montrealés durante décadas, construyendo un imperio que se extendía desde el tráfico de drogas hasta el lavado de dinero y la extorsión. La muerte de Vito Rizzuto en 2013 marcó el fin de una era, pero también desató una guerra sucesoria que ha cobrado numerosas víctimas en los años posteriores.
Leonardo Rizzuto, quien había mantenido un perfil relativamente bajo comparado con otros miembros de su familia, ahora se encuentra en el centro de la tormenta legal, enfrentando no solo los cargos criminales sino también la pérdida de su estatus profesional.
Implicaciones para el sistema judicial
El caso Rizzuto plantea serias preguntas sobre la integridad del sistema judicial quebequense y los mecanismos de control profesional. La posibilidad de que un abogado licenciado haya operado durante años en ambos lados de la ley representa un desafío sin precedentes para las autoridades regulatorias.
La suspensión provisional, aunque necesaria, es solo el primer paso en un proceso que promete ser largo y complejo, con implicaciones que trascienden el caso individual para tocar los cimientos mismos de la confianza pública en el sistema legal.
Un capítulo que se cierra
Con Leonardo Rizzuto tras las rejas y su licencia suspendida, se cierra un capítulo más en la larga historia de la familia criminal más notoria de Canadá. Sin embargo, el juicio que se avecina promete revelar detalles inéditos sobre las operaciones del crimen organizado en Quebec y el grado de infiltración en las instituciones legítimas de la provincia.
La caída de Leonardo Rizzuto marca no solo el fin de una carrera legal, sino también un golpe simbólico contra un apellido que durante décadas ha sido sinónimo de poder criminal en Montreal.








