BOGOTÁ, 5 de julio de 2025 – Al menos seis militares y tres civiles resultaron heridos este viernes tras la detonación de un artefacto explosivo en el municipio de Calamar, departamento de Guaviare, en el sureste de Colombia. El ataque, atribuido a disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), vuelve a evidenciar la precaria situación de seguridad que vive esta región donde grupos armados ilegales mantienen atemorizada a la población civil.
Ataque con motocicleta bomba en pleno casco urbano
El explosivo detonó en el casco urbano de Calamar cuando una patrulla militar realizaba labores de reconocimiento en la zona. Según el comunicado oficial del Ejército Nacional, el artefacto explosivo había sido instalado en una motocicleta que se encontraba estacionada en la vía pública y fue detonado de manera remota por los atacantes.
La fuerza militar reportó que los seis uniformados heridos presentan lesiones leves y fueron evacuados inmediatamente para recibir atención médica especializada. «Los militares se encuentran fuera de peligro y están siendo atendidos por personal médico», precisó el comunicado oficial.
Responsables identificados por inteligencia militar
Las autoridades señalaron como presunto responsable del ataque a una disidencia de las FARC que no se acogió al acuerdo de paz firmado en 2016 entre el Estado colombiano y la guerrilla. La investigación preliminar apunta a que «la acción criminal habría sido ordenada por alias ‘Jimmy’, presunto cabecilla de esta estructura, y ejecutada por alias ‘Chuky’, señalado como explosivista del grupo».
Esta información surge de labores de inteligencia militar que han venido monitoreando los movimientos de estos grupos disidentes en la región del Guaviare, donde mantienen una presencia significativa y controlan rutas del narcotráfico.
Civiles también afectados por la explosión
La estatal Defensoría del Pueblo, organismo encargado de velar por los derechos humanos en Colombia, confirmó que al menos tres civiles también resultaron heridos en el ataque. El organismo no precisó la gravedad de las lesiones de los ciudadanos afectados, pero destacó la gravedad de utilizar artefactos explosivos en zonas pobladas.
La explosión generó pánico entre los habitantes de Calamar, quienes han denunciado en múltiples ocasiones el clima de terror que viven debido a la presencia de grupos armados ilegales en la región.
Guaviare: territorio en disputa
El departamento de Guaviare, ubicado en la región amazónica colombiana, ha sido históricamente escenario de enfrentamientos entre la fuerza pública y grupos armados ilegales. Tras la desmovilización de las FARC en 2016, varias disidencias se negaron a acogerse al proceso de paz y continuaron operando en la zona.
Estas estructuras criminales se financian principalmente a través del narcotráfico, la extorsión y la minería ilegal, convirtiendo a Guaviare en uno de los departamentos más afectados por la violencia en Colombia.
Llamado a la protección civil
El ataque de este viernes se suma a una serie de acciones violentas registradas en los últimos meses en la región, donde las disidencias de las FARC han intensificado sus operaciones contra la fuerza pública. Las autoridades locales han solicitado mayor presencia militar y medidas de protección para la población civil, que continúa siendo víctima de los enfrentamientos entre grupos armados.
El gobierno colombiano mantiene operaciones militares permanentes en la zona para combatir a estos grupos disidentes y garantizar la seguridad de los habitantes, aunque los resultados siguen siendo limitados debido a la difícil geografía y la presencia de múltiples actores armados en el territorio.








