Ottawa, 6 de noviembre de 2025.– Mientras Canadá enfrenta una de las tasas de desempleo juvenil más altas de la última década, el gobierno federal presentó un plan integral para revitalizar el mercado laboral joven, apostando por programas de formación profesional, empleos de verano y capacitación en oficios verdes. Sin embargo, expertos advierten que el país necesita “profundizar” mucho más para abordar los problemas estructurales que están golpeando a la Generación Z.

El ministro de Finanzas, François-Philippe Champagne, presentó el plan en la Cámara de los Comunes, asegurando que el nuevo presupuesto “está pensado para los jóvenes” y que busca crear oportunidades reales de inserción laboral. Entre las medidas anunciadas destacan la inversión de 635,2 millones de dólares para el Programa de Colocación Laboral Estudiantil, que ofrecerá 55.000 oportunidades de aprendizaje integrado al trabajo a partir del año fiscal 2026-2027. Además, se destinarán 594,7 millones para el Programa de Empleos de Verano de Canadá, con el objetivo de generar 100.000 puestos el próximo verano.

El gobierno también propone la creación de un Cuerpo Climático Juvenil, una iniciativa que proporcionará capacitación remunerada en respuesta a emergencias climáticas, recuperación y resiliencia comunitaria, con una inversión inicial de 40 millones de dólares. A esto se suma una Estrategia de Empleo y Capacitación para Jóvenes dotada con 307,9 millones de dólares, destinada a mentorías, transporte, salud mental y programas de inserción laboral.

No obstante, para algunos economistas, estas cifras representan “una respuesta parcial ante un problema profundo”. Rob Gillezeau, profesor de la Universidad de Toronto, advirtió que Canadá se encuentra “al borde de una recesión provocada por una guerra comercial con Estados Unidos”, y que esta situación “golpeará de manera desproporcionada a los jóvenes”. A su juicio, el daño podría ser “más duradero” que en recesiones anteriores debido al impacto de políticas económicas estadounidenses “esencialmente descontroladas”.

Por su parte, Rebekah Young, vicepresidenta de Scotiabank Economics, valoró positivamente el enfoque del presupuesto, pero subrayó que el país “tendrá que profundizar” en cómo el sistema educativo y universitario prepara a los jóvenes para el mercado laboral actual. “Estamos viendo un mercado saturado, con alta competencia y pocos empleos de entrada. Si a eso sumamos la irrupción de la inteligencia artificial y la automatización, el desafío es enorme”, señaló.

En los últimos años, la inflación y el crecimiento demográfico han agravado la crisis: la oferta de empleos no ha crecido al ritmo de la población estudiantil, y la reducción de los trabajadores temporales extranjeros ha generado más competencia interna entre los jóvenes por puestos limitados. Según el economista Paul Kershaw, de la Universidad de Columbia Británica, las inversiones actuales “son solo pequeñas promesas”, y reclamó un “presupuesto más equilibrado” que atienda tanto a los mayores como a los jóvenes que buscan estabilidad laboral y vivienda.

La Generación Z, integrada por jóvenes de entre 15 y 24 años, enfrenta hoy una realidad sombría: un mercado laboral en contracción, costos de vida en alza y empleos cada vez más precarios. “El mejor plan para los jóvenes ahora mismo sería evitar una recesión”, concluyó Young.

En definitiva, el plan de Ottawa busca impulsar la empleabilidad juvenil y reactivar la economía, pero los expertos coinciden en que solo una transformación estructural profunda, que combine educación adaptada, inversión sostenida y políticas laborales inteligentes, podrá ofrecer un futuro sólido a la próxima generación canadiense.

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