Miami (EE.UU.), 1 nov.- Miami combina diversidad gastronómica, innovación y alto costo en la alimentación fuera del hogar, según dos recientes reportes que reflejan su auge culinario y el impacto de la inflación en la ciudad más grande de Florida.
La ciudad lidera un índice de 180 urbes estadounidenses para amantes de la gastronomía elaborado por WalletHub, gracias a su elevado número de restaurantes per cápita y 13 establecimientos con estrellas Michelin, seguida de Portland, San Francisco, Seattle, Orlando, Austin, Tampa y Las Vegas. Ejemplo de esta riqueza culinaria es el restaurante Doya, en Wynwood, que ofrece comida egea —fusión de gastronomía griega y turca— y ha recibido reconocimientos en la guía Michelin y en la lista de los 100 mejores de Miami New Times. Su chef, Erhan Kostepen, destaca que Miami ha crecido enormemente en los últimos cinco años, especialmente tras la pandemia, atrayendo a restaurantes de alto nivel de todo el mundo.
Sin embargo, la ciudad también encabeza el ranking de ciudades más costosas para comer fuera, cayendo al puesto 156 en el índice de asequibilidad gastronómica de WalletHub y siendo la más cara según Chef’s Pencil. Un miamense gasta en promedio el 1,4 % de su salario mensual en una comida fuera de casa, frente al 1,3 % en Nueva York y menos del 1,1 % en ciudades como Los Ángeles o San Francisco.
El sector enfrenta crecientes retos económicos: los costos de alimentos y mano de obra han subido un 35 % en los últimos cinco años, afectando los márgenes de ganancia de los restaurantes, según la Asociación Nacional de Restaurantes. David Helbraun, fundador de Helbraun Levey, advierte que la inflación pone presión sobre los negocios y limita el aumento de precios, mientras que la alta competencia obliga a innovar constantemente.
Por otro lado, la industria se beneficia del turismo y de clientes con alto nivel adquisitivo, según Yendry Santamaría, souschef de Doya. No obstante, destaca que la competencia intensa hace que muchos negocios enfrenten desafíos para destacar: “Mucha gente viene y tal vez pone en su negocio un concepto bueno y bonito, pero le plantan cinco más al lado”, señala.
Miami se consolida así como una ciudad líder en gastronomía, donde la creatividad y la experiencia culinaria van de la mano con el desafío de mantener la rentabilidad y la diferenciación en un mercado altamente competitivo.







