Ciudad del Vaticano, 1 nov.- El papa León XIV otorgó este sábado uno de los más altos honores de la Iglesia católica a san John Henry Newman, influyente converso y teólogo británico del siglo XIX, declarándolo doctor de la Iglesia y copatrón de la educación católica junto a santo Tomás de Aquino. Apenas otras 37 figuras han recibido este título en los 2.000 años de historia de la Iglesia, lo que resalta la importancia de la decisión.
Durante una misa especial celebrada en el marco del Año Santo para maestros y estudiantes católicos, León destacó que Newman, venerado tanto por anglicanos como por católicos, representa “un modelo luminoso de fe, razón y educación integral”. El pontífice subrayó que su pensamiento sigue siendo fundamental en un mundo donde la educación debe responder a los desafíos éticos del avance tecnológico y de la inteligencia artificial.
Un legado intelectual y espiritual
Newman, teólogo y poeta formado en la Iglesia anglicana, es reconocido por su profundo análisis sobre el desarrollo de la doctrina, la verdad y la naturaleza de la universidad. Su conversión al catolicismo en 1845, a pesar del alto costo personal, lo convirtió en símbolo de coherencia espiritual y búsqueda de la verdad.
León XIV evocó su célebre himno “Lead, Kindly Light” (“Guíame, luz bondadosa”), instando a los educadores a “brillar como estrellas en el mundo” frente a las sombras del miedo y el pesimismo. En palabras del Papa, “la tarea de la educación es ofrecer esa luz bondadosa a quienes podrían permanecer prisioneros de la oscuridad”.
El papel de Newman en la educación moderna
El reverendo George Bowen, postulador de la canonización de Newman, explicó que su pensamiento es sorprendentemente vigente. “Newman se enfrentó al equivalente del siglo XIX de la era de la información: el auge de los periódicos baratos y el exceso de datos”, señaló. “Sus ideas sobre una educación liberal que combine teología, pensamiento crítico y relaciones humanas son esenciales hoy”.
El Vaticano recordó que la Iglesia católica es uno de los mayores actores educativos del mundo, con más de 225.000 escuelas primarias y secundarias y unos 2,5 millones de estudiantes universitarios. León XIV, miembro de la orden agustiniana y antiguo profesor de matemáticas y física, reafirmó su compromiso con una enseñanza centrada en la dignidad humana y la verdad, principios que definieron la obra de Newman.
Un símbolo de unidad entre católicos y anglicanos
La proclamación de Newman también tuvo un tono ecuménico. En la ceremonia, se cantaron himnos anglicanos y participó el arzobispo de York, quien presentó el famoso “Lead, Kindly Light”. El gesto recordó la amistad espiritual entre León XIV y el rey Carlos III, que rezaron juntos en un acto histórico en la Capilla Sixtina.
Académicos como Paul Shrimpton, del Magdalen College de Oxford, destacaron que “cada uno de los últimos papas —Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco y ahora León XIV— impulsó el reconocimiento de Newman”, lo que demuestra su atractivo universal. Desde su beatificación en 2010 hasta su canonización en 2019, y finalmente su declaración como doctor de la Iglesia, el pensamiento de Newman ha ganado relevancia como puente entre fe, razón y modernidad.
Con este reconocimiento, León XIV sitúa a san John Henry Newman como una figura clave para la educación católica del siglo XXI, un ejemplo de integridad intelectual y espiritual en tiempos de cambio profundo.








